La presión asistencial en los servicios de Urgencias de los hospitales aragoneses obligó al Departamento de Sanidad a suspender 340 intervenciones quirúrgicas programadas y, de este modo, liberar camas. Así lo anunció ayer el consejero Sebastián Celaya en respuesta a una interpelación parlamentaria fomulada por la diputada de Ciudadanos, Susana Gaspar. La cifra es la más alta de los últimos años y supone un incremento del 18% respecto a las 287 que se aplazaron en el mismo mes del año anterior y un 12% respecto al 2015, cuando se anularon 303 operaciones.

El consejero restó trascendencia a la cifra y recordó que estas suspensiones correspondieron a procesos «no urgentes» que fueron reprogramados. «Solo sufrirán un pequeño retraso en la lista de demora quirúrgica», subrayó Celaya, que se congratuló del «buen funcionamiento» del plan diseñado por la Administración para hacer frente a los episodios de saturación acaecidos este invierno. «Se ha superado con seriedad el pico asistencial en urgencias», expuso.

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En todo caso, el consejero volvió a achacar esa mayor necesidad de camas al incremento en el número de ingresos hospitalarios procedentes de urgencias. «El 8 y 9 de enero se sobrepasó la capacidad total de camas tanto en Zaragoza como en Barbastro», indicó.

Sin embargo, aseguró que la situación en Aragón no ha sido tan difícil como en otras comunidades. «Hay sitios en los que lo han pasado bastante peor que aquí» y expuso las causas que, en su opinión, han generado esta situación, como «un mes de diciembre con temperaturas bajas y nieblas que han permanecido muchos días o la aparición del virus respiratorio sincipial, que precede a la gripe, pero que este año ha llegado a solaparse».

En opinión del consejero, el virus de este año «es de una variedad que afecta principalmente a pacientes de más edad y que, debido a su situación de fragilidad, requieren de ingreso hospitalario».

En la actualidad, la situación ha mejorado notablemente en todos los hospitales --sobre todo en el Miguel Servet y en el Royo Villanova, los dos grandes perjudicados por la saturación en urgencias-. Además, el Salud decidió abrir, desde el 1 de febrero, una unidad de hospitalización en el hospital Militar con 20 camas suplementarias para pacientes mayores remitidos directamente desde el servicio de Urgencias del Servet.

Así, el centro del Salud aporta el personal necesario para atender a estos pacientes, mientras que el Militar ofrece el espacio y todos los servicios propios de hostelería (camas, lencería, comida), además de los servicios de Farmacia, Laboratorio y Rayos.