El medio centenar de trabajadores de la autovía Mudéjar que permanecen en huelga por impagos de varios meses tampoco cobraron ayer, a pesar de que ésa era la promesa que habían recibido el miércoles desde las empresas UTE de Calamocha. Ante ese nuevo incumplimiento, los operarios se plantaron ayer ante las puertas de la empresa para reclamar los meses que llevan sin cobrar y anunciaron el corte de carreteras si no cobran hoy. De esta forma, se incrementa la tensión en el tramo Navarrete-Romanos de la autovía.

Tras el incumplimiento de ayer, desde UTE les comunicaron que tal vez podrían cobrar hoy. En ese sentido, los trabajadores manifestaron que están ya en una situación límite, por lo que están dispuestos a incrementar las medidas de presión si no se les paga las nóminas atrasadas. Recordaron que son varios los meses que llevan sin cobrar y más de una semana en huelga.

Las obras de este tramo de la autovía, que abarca un total de 28 kilómetros, llevan paradas desde la tarde del miércoles 29 de septiembre. Los 55 trabajadores que operan en ellas decidieron adoptar esta medida tras los impagos. Pero a partir de hoy, podrían extender sus acciones a otras carreteras, lo que implicaría un incremento en las dimensiones del conflicto entre trabajadores y empresas.

DESACUERDOS Al parecer los retrasos en el pago se deben a desacuerdos entre la empresa subcontratada, (POPV-Excavaciones) y la unión temporal de empresas que tienen adjudicada la obra (Calamocha Autovía-SANDO Hispánica). La primera de ellas es una empresa de Barcelona y es la que tiene contratados a los operarios, que en su mayoría proceden de fuera de Aragón (Vigo, León, Zamora y Barcelona), para realizar movimientos de tierras en el tramo.

En estos días de protestas los trabajadores han manifestado que ya no pueden pagar los pisos y pensiones, por lo que además de paralizar las obras decidieron dormir en la misma obra. En ese sentido explicaron que los pueblos de la zona se han solidarizado con ellos y que los responsables de hostales y pensiones les ofrecieron "un margen de confianza", según afirmaron.

Algunos operarios se marcharon ya a sus lugares de procedencia, debido a bajas laborales ya que "sufrían depresión", según afirmaron en días pasados. Sin embargo, la mayoría de ellos no vuelven a sus hogares debido a la falta de dinero incluso para afrontar los gastos de la gasolina del viaje. "Tres meses sin cobrar es muy duro, y más si estás fuera de casa", manifestó uno de los operarios afectados. Los trabajadores afirman que su situación es ya insostenible.