Los partidos de la oposición y Marea Blanca cargaron ayer con dureza contra la adjudicación de la construcción del hospital de Alcañiz a la Unión Temporal de Empresas (UTE) integrada por las constructoras OHL e Iridium aunque sus críticas se centraron más en la decisión del Gobierno de Aragón de seguir adelante con el proceso de adjudicación a pesar de estar en plena campaña y de que este se encuentra en los tribunales."Es un sinsentido, una cacicada. No se puede hacer algo así cuando el proceso está envuelto en problemas jurídicos importantes, pero se han planteado seguir adelante por sus narices", indicó Javier Sada, portavoz del PSOE. Sada consideró "poco ético" el momento elegido para hacerlo. "Hipotecar a la comunidad y hacerlo de esta manera sin esperar ni una semana se califica con muchas palabras pero no son ni transparencia ni ética" y anunció que "si gobernamos, paralizaremos el proceso y pediremos responsabilidades".

Por su parte, Carmen Martínez, portavoz de CHA en la comisión de Sanidad, censuró que "a las grandes constructoras se les ha acabado el chollo inmobiliario y ahora se apela a otro tipo de negocio". Para ella, la concesión en plena campaña electoral "es legal pero nada ético" y advirtió de que el Gobierno "debería haber esperado a después de las elecciones" y también se comprometió a "buscar las soluciones necesarias para que esa construcción sea a través de una licitación 100% pública y la explotación la asuma el Salud".

IU, a través de su candidata a la DGA, Patricia Luquin, lamentó que "se le da a una gran empresa constructora, una de las que están aprovechando lo que es la gran burbuja donde se puede hacer negocio que es todo lo relacionado con la sanidad", subrayó. Luquin recordó que se ha interpuesto un contencioso ante el TSJA solicitando la paralización "y nos comprometemos a rescindir el contrato". Asimismo, también cargó contra la continuidad del proceso. "Con un Gobierno prácticamente en funciones se debería haber paralizado y plantearlo si la ciudadanía les hubiera dado fuerza en las urnas pero no ahora".

Podemos, a través de su candidato al Pignatelli, Pablo Echenique, criticó la adjudicación "apurando plazos para que cinco minutos antes de que acabe la campaña conceder 400 millones de euros a sus amigotes del Ibex 35" y habló de "fraude democrático" e incidió en que "si Rudi quiere privatizar la sanidad en Aragón y quiere regalar 400 millones de euros a sus amigos constructores, debería ponerlo en su programa electoral para que los ciudadanos puedan decidir con su voto si les parece bien o no".

Marea Blanca recordó que Villar Mir (dueño de OHL) fue imputado por el presunto amaño en la concesión de un hospital balear. "Podría pasar lo mismo con Alcañiz", avisó su portavoz Ángel Hidalgo, que recordó que el juez "aún puede paralizarlo".