Tanto Podemos como el PP cargaron ayer por «partidista» contra el modelo territorial que está impulsando el Gobierno de Aragón, sobre todo a raíz de la creación de la Comarca Central en el entorno de la ciudad de Zaragoza y la distribución de sus puestos de representación en favor de los consistorios socialestas.

El presidente de la DGA, Javier Lambán, se defendió de estas acusaciones y aprovechó la interpelación de la portavoz de Podemos, Maru Díaz, para reiterar sus argumentos en defensa de los ayuntamientos como prestadores de servicios por su proximidad y legitimidad democrática y para emplazar tanto a comarcas como a diputaciones a asumir «roles contingenciales frente a la esencialidad del municipio».

Lambán apostó por dar prioridad en esta reestructuración a la Federación Aragonesa de Municipios, Comarcas y Provincias (Famcp) frente a las Cortes, ya que consideró que en estos momentos representa mejor la realidad municipal. Del mismo modo, reivindicó que han cumplido con sus compromisos al haber aprobado tanto la ley de capitalidad como la que regulará la Comarca Central.

Por su parte, Díaz le acusó de haber «axfisiado» el modelo comarcal y de usar la Famcp de un modo «tramposillo» para volver al modelo de mancomunidades, indicando que es por petición de sus «nuevos socios», en alusión a Ciudadanos.

El portavoz del PP, Luis María Beamonte, reclamó «despolitizar» las comarcas, especialmente después de que el PSOE haya copado la representación en el ente recién creado y para el que todavía se está debatiendo una ley específica en el hemiciclo.