El Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) se vio ayer prácticamente solo en su defensa del acuerdo entre el alcalde de la capital, Pedro Santisteve, y el presidente de Aragón, Javier Lambán, en lo que respecta al articulado referido al Urbanismo. Todos, incluidos PSOE y CHA --que gobiernan la comunidad autónoma--, valoraron que el texto acordado «restará autonomía» a la ciudad en decisiones relevantes y solo el titular de Urbanismo, Pablo Muñoz, defendió que esta no se pierde por una obligada «bilateralidad» en la que la opinión del consistorio será tenida muy en cuenta.

La polémica surge porque, en el artículo 14 de la ley, según explicó el concejal del PP Pedro Navarro, ZeC renunció a cuestiones relevantes como el 50% del aprovechamiento en los Planes de Interés General de Aragón (PIGA) o que su opinión en ellos ya no será vinculante.

El conservador señaló al exportavoz municipal de CHA, Juan Martín, ahora en la DGA, como responsable de «cercenar» esa autonomía en las negociaciones. Y a ZeC de «pagar un vermú que a Lambán le ha salido barato».