El portavoz del PP en la Comisión de Sanidad, Ricardo Canals, destacó la preocupación por este brote, "el más importante registrado en Aragón desde que la legionela es una enfermedad de declaración obligatoria", a la vez que alabó la labor informativa del departamento y de su titular, Luisa María Noeno, de la que dijo que ha comparecido con una "rapidez inaudita en otros tiempos".

Canals preguntó cómo era posible que en unas instalaciones modernas como las del Clínico se hayan registrado en menos de cinco meses dos brotes de esta enfermedad, por lo que cuestionó la idoneidad de sus sistemas de refrigeración. Recordó que la seguridad de este sistema de refrigeración había sido puesta en tela de juicio por algunos informes técnicos que las califican de "fuente de legionela".

"Los pacientes quieren saber si ha habido fallos de control, pero si las torres son tan peligrosas, quitémoslas y utilicemos otro sistema", adujo el portavoz popular, quien pidió además un mayor control de los sistemas de mantenimiento. Canals anunció que si el brote de legionela se mantiene solicitará que, a pesar de que no existe actividad parlamentaria durante el verano, la comisión de Sanidad se reúna semanalmente para poder recibir información acerca del mismo.

El diputado Angel Sánchez (CHA) destacó la "alarma social" que este brote había generado, "sobre todo al porvenir de un hospital público", reclamó un mayor control e inspección de los sistemas de refrigeración y planteó sus dudas sobre el diseño estructural de las mismas y su mantenimiento, ya que, a pesar de ser unas instalaciones modernas, ha concentrado una alta colonia de unidades de infección.

Por su parte, Adolfo Barrena, de IU, aseguró que no compartía la justificación del departamento de que la aparición de estos brotes son "inevitables" debido a los sistemas de refrigeración y pidió que se determinen la responsabilidades sobre el mantenimiento e inspección de los edificios, para conocer si ha sido el adecuado y si se han cumplido los criterios higiénicos y sanitarios.