El Gobierno de Pedro Santisteve afronta la comisión de investigación sobre Ecociudad derrotado y cuestionado. Además de que la oposición en bloque volvió a dejar solo a Zaragoza en Común (ZeC) y votó en contra de su propuesta de destituir al actual gerente de Ecociudad, Miguel Ángel Portero, ayer la confianza y la credibilidad del equipo de Gobierno acabó quebrada durante la celebración del consejo de Ecociudad.

Un informe de Intervención desmentía, al menos, uno de los «hechos ciertos» esgrimidos por el alcalde para justificar la necesidad de destituir a Portero de su cargo por falta de «confianza» y «diligencia». Se trata de la liquidación de las obras de Valdespartera. Según Santisteve, Portero ralentizó el proceso correspondiente tras la resolución judicial del TSJA para la reclamación de los intereses a favor del consistorio de alrededor de 30.000 euros (de 2,9 millones iniciales). Los técnicos municipales negaron tal retraso y aseguraron que desde Ecociudad se realizaron todos los requerimientos pertinentes y que, al tratarse de un tributo, debe ser la Agencia Tributaria la que se encargue de esta reclamación.

Este hecho marcó el devenir de lo que iba a ser un bronco debate al constatarse que, al menos, una de las acusaciones vertidas sobre Portero para su destitución era falsa. Por ello, desde Chunta solicitaron a Santisteve la retirada del último punto del orden del día -«incluido de tapadillo», según el PSOE- en el que se votaba la destitución. PSOE, PP, C’s y ZeC rechazaron su retirada.

Ayer, la oposición acudió al consejo para votar en contra del cese al considerarla «inoportuno» teniendo en cuenta que la próxima semana se inicia la comisión de investigación sobre Ecociudad, donde habrá que hablar sobre la gestión de la sociedad. De hecho, Portero, que podría acudir a los tribunales por las acusaciones vertidas sobre su persona salió reforzado.

El alcalde insistió en su potestad para cesarle ante la falta de «confianza», según explicaron desde el Gobierno municipal. Pero se olvida de que para hacerlo necesita algo clave: mayoría, es decir, el apoyo del resto de los grupos, algo que ayer tampoco tuvo.

Según fuentes del Gobierno, el momento elegido no está relacionado con la comisión de investigación, sino que es fruto de la «coincidencia» y de una «acumulación de diligencias» a corto plazo por parte de Portero, que «no ha cumplido con su papel de buen gestor».

La oposición criticó que el informe firmado por el alcalde carece de justificaciones que avale sus afirmaciones, que, según pudo saber este periódico, Portero aseguró que puede demostrar que son falsas. Sin embargo, la vicepresidenta de Ecociudad, Teresa Artigas, depositó sobre la mesa todos los documentos que, indicó, las avalan. Eso sí, los grupos no tuvieron acceso a los textos, de hecho, había informes que ni el propio gerente de la sociedad conocía.

CRÍTICAS

La portavoz del PSOE, Lola Ranera, cuestionó la existencia de «un proceso paralelo» iniciado por ZeC, propio del «oscurantismo y no de la transparencia» y que hace sospechar que existe «una doble sociedad». El popular Jorge Azcón lamentó que esta forma de actuar es «más propia de los tiempos antidemocráticos, donde un tribunal decía lo que era verdad y tipificaba los delitos», pero, añadió, con la diferencia de «que existe una mayoría democrática».

El portavoz de C’s, Alberto Casañal, acusó a Santisteve de crear «un juicio paralelo» a escasos días de la comisión de investigación sin aportar información que confirme que sus acusaciones son ciertas. Por su parte, CHA decidió darle la espalda al alcalde y votar en contra del cese tras quedar en «evidencia» que hay «acusaciones falsas». «Entendemos que quiera cambiar al gerente porque se trata de un cargo de confianza, pero necesita los apoyos de los concejales y ha sido desafortunado cómo lo ha planteado», explicó su portavoz, Carmelo Asensio. Según este, Santisteve «ha dado una patada para adelante con vistas a la comisión».

También los trabajadores remitieron un escrito al alcalde negando las acusaciones.