El Gobierno municipal se vio obligado a rectificar y devolver al debate político la modificación de las ordenanzas fiscales para el 2015 y, por tanto, deja en el aire la congelación de impuestos y tasas. Se aprobó por unanimidad la moción de urgencia del PP con la que se criticaba la decisión unilateral del PSOE de no aprobar cambios e imposibilitar a la oposición plantear propuestas. Los conservadores lo achacaron a la "incapacidad del tripartito de llegar a acuerdos" y a su voluntad de no polemizar en un año electoral. El Gobierno no opuso resistencia pero advirtió de que Recaudación aseguró que no eran necesarios cambios este año a lo planteado por los técnicos que solo proponían en algún caso una subida de tasas que "ustedes habrían rechazado".