Los grupos de la oposición instaron ayer al concejal de Economía, Fernando Rivarés, a que revise la subida del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a propiedades que tienen categoría de almacén y con un valor catastral superior un millón de euros que, sobre todo, afecta a garajes y trasteros comunitarios. Un total de 135 inmuebles se han visto perjudicados por esta tasa, cuyos recibos se han duplicado.

Esta situación afecta a garajes y trasteros mancomunados, por los que las arcas municipales ingresarán 1,3 millones de euros.

Las ordenanzas fiscales salieron adelante con los votos a favor de PSOE y CHA. El concejal socialista Javier Trívez justificó ayer su apoyo alegando que «el Gobierno nos garantizó que solo afectaba a grandes propietarios y no lo que ha pasado ahora». Por ello, instó al responsable de Economía a que se adopte una medida para «rectificarlo».

Rivarés anunció que no lo hará, porque las ordenanzas propuestas por el Gobierno municipal y apoyadas por los grupos de izquierdas son «justas» y siguen el principio de que «pague más el que más tiene». Un mensaje que rebatieron duramente el PP y Ciudadanos (Cs).

Según Rivarés, lo que tienen que hacer las comunidades de vecinos afectadas es «segregar» sus garajes, de manera que «pagarían menos IBI que este año», aseguró.

El concejal del PP Jorge Azcón criticó el argumento de Rivarés de que «solo afecta a 135 inmuebles». «¿Si una medida fiscal afecta a pocos no pasa nada?», cuestionó, para pasar a criticar de «atraco fiscal» la actitud del concejal.

Anunció que presentará una moción en el próximo pleno para «acabar con esta injusticia fiscal en la que ha metido ZeC a la ciudad».

Desde Ciudadanos, Sara Fernández denunció que el «73%» de los almacenes gravados (es decir, los garajes), se han visto afectados por la subida del IBI. «De ricos nada, solo tienen registrada la propiedad de manera mancomunada», le advirtió al concejal.

Para Trívez, esta medida «está afectando por una cuestión burocrática», por lo que reiteró que su grupo apoyara cualquier decisión que modifique el tipo de este tributo.

Rivarés, que durante todo el debate de la comisión de su área se negó a aceptar que había que revisar esta tasa, acabó anunciando que lo hará, consciente de que la negociación de las próximas ordenanzas municipales, que debería iniciarse en septiembre, peligra por la inestabilidad política del ayuntamiento.