Los parlamentarios más veteranos de unas Cortes que esta legislatura han sufrido una profunda renovación de diputados, se muestran sorprendidos por el bajo nivel de actividad parlamentaria, especialmente en las comisiones, que son los grupos de trabajo permanentes y sectoriales que abordan iniciativas y controlan al Gobierno. Hasta el punto de que en algunos casos, como en la Comisión de Hacienda, se ha tenido que aplazar en dos ocasiones su reunión por la falta de iniciativas pendientes.

En esta, tan solo el PP presenta iniciativas, y tanto Ciudadanos como Vox tienen limpio su casillero con mociones, propuestas o solicitudes de comparecencia. El caso de Vox es más peculiar: solo tiene una iniciativa pendiente de debatir, concretamente en la comisión de Ciudadanía y Derechos Sociales, que es la que tiene más asuntos pendientes de tramitar.

Esta situación es inédita y sorprende a los partidos que sustentan al Gobierno, que muestran extrañeza en la escasa actividad de la oposición de estos dos partidos, que han centrado su intensidad parlamentaria en las dos sesiones plenarias que se celebran al mes, aunque incluso en este caso las preguntas formuladas carecen de la intensidad dialéctica de legislaturas anteriores.

Algunos diputados de los cuatro partidos que apoyan al Gobierno (CHA, PSOE, PAR y Podemos) resaltan que quien más oposición hace en la oposición es el partido que apoyó la investidura aunque no forma parte de él, concretamente el diputado de IU, Álvaro Sanz. Incluso en algunos círculos sorprende la cortesía de quien a priori está más alejado ideológicamente, el diputado de Vox, Santiago Morón, del presidente del Gobierno, Javier Lambán.

Lo mismo sucede con las interpelaciones de Daniel Pérez Calvo, portavoz de Cs y quien ha asumido el principal protagonismo de la formación, que suele ser benevolente con el presidente. En ambas formaciones, los ataques más duros que han realizado en el hemiciclo han tenido que ver con las políticas estatales del PSOE, en especial en lo relativo a sus alianzas y su posición con Cataluña.

Por tanto, de las diez comisiones parlamentarias, tan solo hay 126 solicitudes pendientes de tramitación.y 25 proposiciones no de ley. De ellas, alrededor de 60 pertenecían al PP.

Una quincena de Cs y tan solo una de Vox. Nunca antes, con seis meses de legislatura, se había vivido un nivel de actividad parlamentaria tan bajo. Incluso en casos en el que, como en Cs, multiplicó por más de dos el número de diputados. Sin duda, la situación interna de los partidos y la extensa red de control social, político y económico realizada por el Ejecutivo autonómico está incidiendo en la vida diaria de las Cortes. Fuentes del cuatripartito reconocen que les está sorprendiendo este inicio de legislatura, en el que esperaban una oposición más bronca.

Sin duda, en cuanto los partidos se reorganicen internamente, y pasadas ya todas las citas electorales, esta será un poco más incisiva de lo que está siendo hasta ahora.