Los partidos de la oposición valoraron ayer de manera positiva la decisión del Ejecutivo de Javier Lambán de paralizar los cobros del Impuesto sobre la Contaminación de las Aguas (ICA) mientras se prolongue el estado de alarma en España como consecuencia de la crisis sanitaria del coronavirus. Tanto PP, como Ciudadanos e incluso Vox vieron con buenos ojos la medida, si bien reivindicaron otras acciones «directas» para paliar esta crisis. Por su parte, los miembros de la Red de Agua Pública de Aragón (Rapa) recibieron el anuncio de la paralización de los cobros con «alegría matizada». Esto se debe a que temen que el anuncio, al incluirlo en una intención genérica de reducción de otros impuestos, «refuerza el modelo de tributación del que el ICA forma parte y que reafirma una estructura en la que las clases menos favorecidas soportan la financiación del gasto público».

Desde el PP expresaron que «la medida está bien, pero lo importante sería crear un paquete global de ayudas». En la misma línea, desde Ciudadanos señalaron que es «un gesto», pero reconocieron que en parte puede ayudar a las familias «ante una situación muy complicada». Desde Vox pusieron el foco en medidas que «aseguren el empleo de pequeños empresarios y autónomos», más allá de esta moratoria en el ICA. Desde IU subrayaron que «lo importante es acometer la reforma de este impuesto» mientras CHA calificó la medida como «buena» a la espera de la mencionada reforma.

Desde la Rapa apuestan por mantener la cautela hasta que se conozcan los detalles de la moratoria. «Algunos pueden reflexionar, en estos días tan propicios para ello, la disponibilidad económica que habría supuesto para el Gobierno de Aragón el impuesto de Transmisiones», explicaron, haciendo referencia a los tributos que se suprimieron durante la legislatura pasada. Por otro lado, lamentaron que la moratoria podría convertirse «en un punto de inflexión irreversible de cara a la derogación de este impuesto».