Tal vez les cueste un poco al principio cambiar el chip , pero van a ver los señores populares de Aragón cuán fácil es hacerle la oposición doméstica al PSOE. La oposición-oposición, me refiero; porque hasta ahora nuestro PP autóctono sufría todos los inconvenientes que supone tener a tu partido gobernando en Madrid sin disfrutar de ninguna de las ventajas que da el poder institucional regional o local. En cambio, el PSOE y el PAR (incluso CHA, si me apuran) tenían en el terruño sus sillones, sus presupuestos y sinecuras sin apenas sufrir del habitual desgaste. Y ese PHN, que era un chollo.

Ahora la cuestión dará un giro. La derecha podrá desquitarse. Hombre, yo no les veo muy atinados si han de seguir preguntando a Marcelino por Esquerra Republicana o a Belloch por sus asesores o gastos de representación. Eso está muy pasado. También hay que tener cuidado con los argumentos más recientes. Por ejemplo el del reciclaje aeronáutico de Teruel, ¡a quién se le ocurre ponerlo a parir y llamarlo chatarrería (aunque tal vez lo sea), cuando tanto la patronal como los sindicatos le habían dado la bienvenida!.

A cambio existe una amplísima gama de asuntos que el PP conoce mejor que nadie (¡a ver!), y que en unos pocos meses le han de dar un juego estupendo. Por ejemplo, el AVE. ¿Cuándo alcanzarán los convoyes una velocidad promedio verdaderamente alta?, ¿cuándo acabarán las obras de la Estación?, ¿cuándo llegará la línea a Bercelona?... ¡Jo, jo, jo!, menuda risión. Cascos, si quiere, les puede dar muchas pistas al respecto. En todo caso les cabe seguir preguntando airadamente por los pantanos (asunto valido tanto si hay sequía como si vienen inundaciones), por la conclusión de la autovía Zaragoza-Teruel, por todas las otras autovías, por la deuda del Ayuntamiento de Zaragoza, por la calma chicha del ayuntamiento de Huesca, por el estado de La Romareda, por la disgregación del casco urbano de la baqueteada capital regional, por el precio de la vivienda (¿por qué no?), por la Educación, por la Sanidad... Mogollón. Será como antes, pero al revés. Y las urbanizaciones y los campos de golf murcianos, sin agua. Que ésa es otra.