Los opositores al embalse de Biscarrués se dirigieron ayer a la sociedad aragonesa para pedir que les apoye en su lucha contra el proyecto, que, según denunciaron, supondrá acabar con la forma de vida surgida en torno al descenso en balsa del río Gállego. Para ello han convocado una manifestación mañana en Zaragoza que partirá a las 12.00 de la plaza del Pilar. Un grupo de miembros de la coordinadora antipantano y de otras organizaciones ciudadanas se concentró ante la sede de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) en Zaragoza y realizaron una parodia de la inundación del tramo comprendido entre la presa de Lapeña y el núcleo de Erés.

«El ráfting ha conseguido devolver la vida a una zona que se había despoblado y no tenía futuro», explicó Liena Palacios, de la asociación de pueblos amenazados pro embalses, Coagret. «Ahora, se van a ampliar los cursos impartidos en Ayerbe porque hay más niños y eso es gracias a que el turismo fomenta la demografía», subrayó. Beatriz Lacruz, de la Asociación de Amigos de la Galliguera, calificó la obra de «aberración», mientras que Jesús Sampériz, de la coordinadora antipantano, hizo un llamamiento a la movilización.

Por otro lado, la CHE anunció ayer que el plazo de alegaciones al embalse se alarga 15 días.