Estabilidad. Es la percepción predominante en las cúpulas y cuadros intermedios de las empresas aragonesas. Los resultados del último indicador de opinión de la Asociación de Directivos y Ejecutivos de Aragón (ADEA) muestra que el estado de ánimo de este colectivo sigue siendo optismista, ya que el 72% cree que la situación general de la economía se mantendrá estable en el primer semestre del 2020, un porcentaje muy similar al del periodo anterior. No obstante, se aprecia un enfriamiento de las expectativas, ya que crece el porcentaje de los que auguran un empeoramiento, aunque este grupo es todavía muy minoritaria.

En concreto, solo el 7,3% de los encuestados estiman que la economía retrocederá en la primera mitad del año, 2,7 puntos por encima del sondeo del segundo semestre del 2019 (el 5,2%). A pesar del repunte de la valoración negativa, el porcentaje de quienes esperan que mejore la situación es muy superior (20,2%).

«Se aprecia un pequeño cambio de tendencia negativo en estado de opinión», ha resumido este viernes el presidente de ADEA, Salvador Arenere, durante la presentación del informe en rueda de prensa, acompañado por el secretario general de la asociación, José Guillén. Se trata del tercer indicador en el que aumenta el porcentaje de directivos que opinan que la situación va a peor.

Entre las razones de esta variación, ha señalado factores externos, como el Brexit o la guerra comercial, y otros internos, como las medidas económicas anunciadas por el Gobierno de Pedro Sánchez, sobre todo las relacionadas con el empleo y la fiscalidad. «La mayor preocupación se manifiesta por la posible modificación de la reforma laboral, ya que esta normativa supone un instrumento importante para la creación de empleo», ha afirmado Arenere, quien se ha mostrado aún así más partidario de mejorar la competitividad empresarial por la vía de la innovación en lugar de los salarios.

PRIMA LA ESTABILIDAD

El indicador de opinión de ADEA se ha realizado con un muestreo de 176 directivos de distintos ámbitos (el 55,1% del sector servicios y el 61,2%, directores generales), a los que se ha preguntado por sobre la coyuntura economía de Aragón del último semestre de 2019 y las perspectivas para la mitad del 2020.

La estabilidad es la tónica en todos los indicadores de la encuesta en las previsiones hasta junio: para el 59,6% de los directivos en cuanto a la financiación; el 80,2% en lo que respecta a plantillas y productividad; el 74,1% en ventas del mercado interior; el 82,8% en exportaciones; y el 83% en importaciones.

Sin embargo, en todos ellos crece la percepción negativa: del 2% que pensaba que empeoraría la obtención de financiación pasa al 3,8% (sobre todo para los promotores inmobiliarios); en plantillas y productividad, del 5,1% al 6,4%; en ventas en el mercado interior, del 3,8% al 6,1%; en exportación, del 7,3% al 10,6%; y en importación, del 6,3% al 10,4%.