La llegada a Santa Cruz de Moncayo ayer de un sobrino del anciano desaparecido infundió de optimismo a los responsables del operativo. El familiar irradiaba tranquilidad, ya que estaba convencido de la próxima aparición de su tío, pese a su edad, las condiciones de la desaparición y el hecho de que ya hubiera pasado una noche perdido. Explicó que el anciano era un hombre "muy fuerte" y reiteró que no era la primera vez que protagonizaba un suceso así. En otra ocasión, ya había desaparecido durante nueve horas de un hogar de jubilados de Logroño. Además, en esta vez llevaba consigo alimento suficiente para unas cuantas horas, ya que había comprado un queso y algunos dulces poco antes de desorientarse.