La cara de Diego Gutiérrez se ha colado hasta en la NASA. El investigador, alabado por muchos por su capacidad para explicar la ciencia de forma clara y comprensible para cualquier persona ajena al sector, ha traspasado fronteras gracias a un proyecto fraguado en Aragón.

Fue hace unos años cuando Gutiérrez creó, junto a su grupo de investigación Graphics and Imaging Lab del Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A), una cámara fotográfica capaz de tomar un billón de fotografías por segundo. ¡Un billón! Se dice pronto. Esto no pasó desapercibido para la NASA, que contactó con ellos para saber si podían usarla con el fin de hacer un mapeo de la topología interna de la luna. El proyecto, que se realizó en colaboración con el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en el 2013, permite fotografiar a una velocidad tan rápida que se puede ver luz en movimiento.

La agencia americana mantuvo su interés y ayudó a financiar su proyecto y actualmente el aragonés está inmerso en el estudio de las cuevas de la Luna, un proyecto a diez años. También le subvencionan el Gobierno de España y Europa. «Ahora puede parecer una idea un poco loca, pero es lo que necesita la ciencia», dijo ayer durante su intervención en el Foro ADEA.

No sé sabe lo que hay dentro de las cuevas de la luna, ni cómo son, pero la cámara creada, a la velocidad en la que captura las imágenes, permite intuir y «preguntar» a cada fotón individualmente dónde ha estado. Todo esto sin enviar a la luna a un astronauta.

Gutiérrez es algo así como el genio español que todo el mundo reclama. Su manejo de la imagen computacional también le llevó hasta el universo Disney o empresas e instituciones a nivel internacional como Adobe. Pese a ello, nunca ha querido dejar Zaragoza, donde estudió y donde coordina el grupo del campus público. Porque Gutiérrez también es un férreo defensor de la enseñanza pública.

De hecho ha recibido muchas ofertas, ayer mismo lo recordó Salvador Arenere, presidente de Adea, pero siempre las ha rechazado pese a que podría haber tripilicado su actual sueldo. El investigador dice que su vida personal y profesional en Zaragoza no la cambia. En Graphics and Imaging Lab del I3A trabajan en informática gráfica, realidad virtual e imagen computacional, pero siempre con una vertiente humana. Gutiérrez apuntó ayer que la computación puede usarse para orientar a los equipos de rescate en emergencias: «Si hubiera cámaras que te permitiesen mostrar información oculta, que no ves porque hay una pared en medio, podrían saber a qué habitaciones entrar y dónde hay víctimas», aseguró.