Los dos investigados por un presunto maltrato a una anciana en Teruel, no podrán acercarse a menos de cincuenta metros de ella. El titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Teruel dictó ayer orden de alejamiento contra Pilar R. S., de 61 años, y su pareja Carlos B., de 67, cuidadores de la mujer de 74 años que fue ingresada la semana pasada en hospital Obispo Polanco de Teruel con síntomas de desnutrición y de abandono.

Los dos cuidadores acudieron ayer a declarar por orden del juez en calidad de investigados y tras escuchar sus testimonios, el instructor les informó que tienen prohibido acercarse a menos de cincuenta metros de la anciana, así como a ponerse en comunicación con ella de forma directa o a través de terceros.

Estas medidas estarán en vigor durante todo el tiempo que dure la instrucción por un presunto caso de maltrato, sin perjuicio de que la investigación desarrollada pueda suponer la modificación de las medidas acordadas.

Desnutrición/ La mujer, que había contratado a la pareja hace aproximadamente un año para que la cuidasen en su domicilio, tuvo que ser atendida la semana pasada por el servicio de emergencias después de recibir el aviso de un vecino que denunció haber oído gritos y llantos de la anciana en la vivienda contigua.

A su llegada, los servicios médicos la encontraron en un deplorable estado de higiene, sucia y con olor a orina y heces, así como desnutrida, deshidratada y con hipoglucemia, al parecer por falta de alimentación, según los agentes.

También mostraba diversas contusiones y hematomas por todo su cuerpo, por lo que los servicios de urgencias decretaron su ingreso en el centro hospitalario.

El juez de instrucción número 1 de Teruel abrió las diligencias previas el pasado miércoles y visitó a la anciana, junto con un médico forense, en el hospital Obispo Polanco de Teruel donde había sido ingresada. Valorados los daños que la mujer sufría, continuó con la instrucción del caso y citó a los investigados para que fuesen a declarar en calidad de investigados.

Los cuidadores no fueron detenidos y se encuentran ahora también en libertad, pero con esta orden no podrán acercarse a la anciana ni ponerse en contacto con ella. De esta manera, se intenta proteger a la mujer de los presuntos maltratadores, que en lugar de cuidarla la mantenían en un estado deplorable de abandono. Además, se trata de que no intenten manipularla.