El Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) dio ayer luz verde a su propuesta de nueva ordenanza de la contaminación acústica que sometió a consulta pública en diciembre y que, tras recibir «unas 170 aportaciones», según afirmó la responsable de Medio Ambiente municipal, Teresa Artigas, ya tiene forma en un documento que incluye novedades como, por ejemplo, la instalación de limitadores de ruido en los locales de ocio nocturno que estén conectados con la Policía Local», para mejorar la coordinación en casos en los que se supere el número de decibelios. El texto, añadió la edila, está muy relacionado con estos establecimientos y es «clave» para «dar soluciones al descanso» del ciudadano.

Muchas de esas aportaciones estaban relacionadas con el ocio nocturno, e incluso van más allá de lo que atañe al ruido, de las que se toma nota, ya que, como reconoció la concejala, el ayuntamiento tiene que elaborar planes específicos para las zonas saturadas de la ciudad.

La nueva ordenanza, que ahora sale a exposición pública y aún debe recibir votos particulares de la oposición antes de su aprobación en el pleno, incluye otro tipo de medidas de carácter educativo o para la prevención.