Un estudio, en el que ha participado el Instituto de Nanociencia de Aragón (INA), descubre que las nanopartículas de oro podrían aumentar la eficacia de los tratamientos contra el cáncer al poder actuar in situ desde el interior de los tumores.

El estudio, en el que se consiguió la activación de moléculas fluorescentes en el cerebro de un pez cebra, ofrece nuevas esperanzas en la lucha contra el cáncer. Los resultados, publicados en la prestigiosa revista científica, Angewandte Chemie, plantean una vía distinta en el tratamiento de la enfermedad porque los fármacos se suministrarían en su forma inerte y solo se convertirían a la forma tóxica localmente.

Las nanopartículas de oro, introducidas en cápsulas de resina, se insertarían directamente en el tumor, algo que reduciría los habituales efectos secundarios que conllevan este tipo de tratamientos como la quimioterapia.

El trabajo demuestra la posibilidad de llevar a cabo catálisis en medios biológicos utilizando partículas diminutas de este material metálico, que tiene una alta biocompatibilidad. El avance ha sido posible gracias a la labor de Víctor Sebastián, Silvia Irusta y Jesús Santamaría (todos ellos del INA) junto a científicos de Edimburgo, liderados por el doctor Asier Unciti-Broceta.

Dichas fuentes explicaron que el aspecto «más interesante» es que la investigación ha evidenciado la capacidad de las nanopartículas de oro para generar potentes fármacos anticancerígenos a partir de moléculas inertes. Esto se debe a un mecanismo de eliminación de grupos químicos terminales que este material puede catalizar.

El subdirector del INA, Jesús Santamaría, destacó la importancia práctica de este avance, ya que «el principal problema de los tratamientos quimioterápicos son los efectos secundarios en diversos órganos debido a la toxicidad de las moléculas que se usan para combatir el cáncer». Por esta razón, explicó que, desde la nanotecnología, exploran «rutas alternativas».

Por ejemplo, el transporte de fármacos hasta el tumor utilizando nanopartículas o tratamientos alternativos a los actuales, como la hipertermia que consiste en la elevación de la temperatura local, obtenida con nanopartículas.

Por su parte, el doctor Asier Unciti-Broceta señaló la importancia de este descubrimiento porque «revela nuevas propiedades del oro que hasta ahora no se habían descubierto, y nuestras conclusiones muestran que el metal podría ser usado para liberar fármacos en el interior de los tumores de una forma muy segura».

A pesar de ello, el doctor explicó que aunque se ha dado un «importante paso adelante», todavía «queda mucho por hacer» antes de poder aplicarse al tratamiento de pacientes.