Benito Ortiz Perea tiene por delante una condena de 25 años y 8 meses de cárcel por el secuestro de una joven en Zaragoza y el asalto a una armería de Huesca del 2016, si bien desde hace hoy mismo una semana está disfrutando de la libertad tras protagonizar una fuga de película del centro penitenciario de Zuera. Agentes pertenecientes a la Comandancia de la Guardia Civil de Zaragoza y el Grupo de Huídos perteneciente a la Unidad Central Operativa (UCO) del Instituto armado tratan de seguirle el rastro para volverlo a ingresar en prisión.

Los investigadores siguen barajando varias hipótesis relacionadas con esta fuga. Fuentes internas señalan que se está trabajando tanto con la posibilidad de que se unieron un cúmulo de circunstancias proclives al reo como que pudo ser planificado.

En este sentido destacan la rapidez con la que se perdió su pista en los alrededores de la cárcel que fueron inspeccionados a conciencia, tanto con unidades terrestres ayudadas con perros como con el helicóptero del cuerpo. Por contra, hay detalles que siembran la duda como el tipo de vehículo utilizado cuando regresaba del hospital (una ambulancia de transporte programado), que fue elegido por el propio médico de Urgencias que le trató, o que la patrulla que le custodiaba aparcó el coche patrulla antes de que la ambulancia entrara a una de las zonas de ingreso a la cárcel. Ortiz Perea se quitó los grilletes y saltó la valla antes de ese momento. Se sirvió, tal y como publicó este diario, del conocimiento que tenía del sistema de apertura y bloqueo de puertas.

El primero en dar aviso de ello fue el conductor que llevaba al recluso, ya que observó por el retrovisor que se escapaba. Tras Ortiz Perea salieron los guardias civiles, si bien no pudieron alcanzarle. Tuvieron que esperar algo menos de dos minutos que tardó la puerta-valla de entrada en abrirse, tal y como se observa en las cámaras de seguridad.

INVESTIGACIÓN INTERNA

Paralelamente, la propia Guardia Civil está llevando a cabo una investigación interna para determinar los fallos de seguridad que se produjeron y de quién fueron responsabilidad. Los dos agentes que hacían la custodía ya han dado su versión de los hechos ante los superiores que determinarán si se les abre expediente discilinario o no. Con Ortiz Perea van cuatro presos que se han fugado este año de cárceles españolas.