El fósil del oso más antiguo del mundo hallado en Teruel en el año 2000 ha ayudado a constatar que esta especie ya vivía en la provincia hace más de nueve millones de años, tras las oportunas investigaciones de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel que se han presentado oficialmente en la última reunión científica de la Sociedad Geológica de España celebrada en Almería el pasado fin de semana.

La mandíbula encontrada en el 2000 entre Alfambra y Peralejos supera los 25 centímetros de longitud, y se trata del registro más antiguo del mundo, de hace más de nueve millones de años, según Luis Alcalá, director de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel.

Alcalá dijo que "para esta especie éste sería el registro nunca jamás encontrado. Se da la coincidencia que también en Teruel se han encontrado restos del más moderno de esta especie de oso, por lo que tenemos el intervalo temporal más amplio conocido, el más antiguo hace más de 9 millones de años y el más moderno hace 6 millones de años".

El Indarctos atticus era un oso primitivo emparentado con los actuales, pero con un peso superior a 400 kilos. Su aspecto era diferente al actual oso pardo y su tamaño mayor. Se han encontrado fósiles de esta especie más modernos en otras zonas de España y en Francia, Grecia, Alemania, China, Paquistán e Irán.

En el yacimiento de Peralejos y Alfambra también han aparecido fósiles de elefantes, rinocerontes, erizos, cebras, antílopes y ratones. En total, 17 especies. El hallazgo ha sido desarrollado dentro del proyecto de la Fundación Conjunto Paleontológico de Teruel, financiado por el Gobierno de Aragón.