Serán los días que ya llevamos de confinamiento. O serán los días que todavía quedan de confinamiento. La cuestión es que cualquier momento es bueno (y necesario) para dar rienda suelta a la imaginación. Y para ello no hay nada como salir al balcón, a eso de las ocho de la tarde.

Nadie sabe bien cómo lo hemos conseguido entre (casi) todos, pero el día se hace largo esperando la hora. La Zaragoza de los balcones. El Aragón de los balcones. La España de los balcones... en cualquier momento puede saltar la sorpresa. Esta vez ha sido en la zaragozana calle Predicadores. Una mujer, un micrófono y... lo demás se lo pueden imaginar. Por un momento parecía que el mismísimo Pedro Almodóvar iba a aparecer por una esquita gritando "¡corten!". No es que sea surreal, es la Zaragoza misma, la que trata de respirar por los balcones.

En esta ocasión el fotoperiodista Jaime Galindo estaba cerca para dejarnos la prueba. Un testimonio audiovisual que sabe a poco. Dan ganas de gritar "¡otra, otra!". Quizá mañana. Se nos va a hacer muy largo.