El paciente guineano que ingresó el pasado jueves en el hospital Royo Villanova de Zaragoza por un posible caso de ébola --que se descartó tras los pertinentes análisis-- recibió ayer el alta hospitalaria tras permanecer dos días en planta.

El afectado, de 38 años, reconoció al mediodía, desde su habitación ubicada en el tercer piso del centro, que pasar por este proceso clínico ha sido "muy duro", pero no quiso hacer más declaraciones. El paciente abandonó el hospital en torno a las 15.00 horas de ayer después de seis intensas jornadas de análisis y pruebas médicas. "Lo ha pasado muy mal", ratificaron desde el Departamento de Sanidad.

Desde el sábado ha estado siguiendo un tratamiento contra la malaria, el virus que sí había contraído y que le provocó los síntomas parecidos al ébola. "Ha evolucionado favorablemente de él", apuntaron desde la DGA.

Su estancia en la planta tercera del hospital transcurrió "con total normalidad", según apuntaron fuentes del centro. Ayer, familiares de varios pacientes de esta zona del centro aseguraron que no tenían "ni idea" de si el paciente guineano se encontraba en la zona. "Sabemos que ha estado estos días en la cuarta planta y aislado, pero por aquí no se ha visto ni jaleo ni nada. Si está, se le trata como a uno más y ya está, no hay ningun problema", apuntó un joven en la sala de estar de la planta.

PROTOCOLO DESACTIVADO El Gobierno de Aragón activó el protocolo sanitario contra el ébola el viernes pasado a las 18.50 horas al ingresar el guineano en las Urgencias del hospital Miguel Servet con los síntomas propios de esta enfermedad mortal: fiebre, dolor de cabeza y de garganta.

Al coincidir los síntomas con tres de la enfermedad se procedió de forma inmediata a su aislamiento en el Royo Villanova, el centro de referencia en Aragón, junto al Infantil, designado para el tratamiento. Hasta allí fue trasladado en una ambulancia y escoltado por un coche de policía camuflado.

Mientras, el personal del hospital zaragozano, tras el anuncio del jefe del servicio de guardia, procedieron a desalojar a los pacientes de la cuarta planta en torno a las 20.15 horas.

Tras conocer el supuesto caso, la DGA convocó un gabinete de crisis, que se reunió a las 21.00 horas del viernes y estuvo formado por el consejero de Presidencia, Roberto Bermúdez de Castro; el consejero de Medio Ambiente, Modesto Lobón; el director general de Salud Pública, Francisco Sancho; el director de Primaria de los Sectores I y II, Luis Lample, y el director de Atención Continuada, Fernando Sebastián.

17 CASOS DE MALARIA Los primeros análisis, analizados el sábado, detallaron que no padecía la enfermedad mortal, y los segundos, realizados el martes, confirmaron que no había contraído el virus en su país, Guinea Conakry, tras pasar unos días de vacaciones, pero que sí padecía un cuadro de malaria. Ese mismo día, tras descartarse el ébola, la DGA desactivó el protocolo con un balance "positivo" del funcionamiento del mismo "desde el minuto cero".

El Centro Nacional de Epidemiología de Majadahonda (Madrid) fue el lugar donde se analizaron las extracciones. Los sanitarios también han controlado estos días a su familia y la enfermera que le trató en el centro médico Torre Ramona, pero ninguno ha mostrado afecciones.

Los síntomas del ébola son similares a los de la malaria, pero su tratamiento y forma de contagio son diferentes. La malaria se contrae a través de la picadura de un mosquito que introduce en la sangre un parásito. Este destruye los glóbulos rojos.

Aragón atiende al año una media de 30 casos de malaria, según los datos de Sanidad. En lo que va de año se han registrado un total de 17.