La localidad bajoaragonesa de Maella fue escenario el viernes de una importante reunión de trabajo, con carácter supracomarcal e incluso interprovincial, en la que varios representantes políticos pactaron trabajar en común para mejorar, principalmente, el tejido de comunicaciones en la parte oriental de la provincia. Así, los presidentes de las comarcas Ribera Baja del Ebro y Bajo Aragón-Caspe, junto a los primeros ediles de Caspe, Chiprana, Escatrón, La Zaida, Cinco Olivas, Maella, Fabara, Batea, Gandesa y Tortosa --estas tres últimas catalanas--, debatieron el estado de las infraestructuras comunes.

Tras la reunión, los presentes emitieron un comunicado en el que aseguraban que el "eje básico" de comunicaciones primordial para el desarrollo económico de la zona es el comprendido por las carreteras A- 221, C-221, N-420 y C-43, entre Quinto y el eje del Ebro, a la altura de Benifallet. Se reclama así la antigua demanda de reforzar el eje de comunicación entre la parte oriental de la provincia zaragozana y Tortosa, hasta la salida al Mediterráneo.

El grupo de trabajo manifiesta la dificultad del tránsito al paso por la Zaida y Sástago, perteneciente al tramo A-221 (Sástago-Escatrón), así como por la C-221 en el término municipal de Batea y a su paso por las poblaciones de Caspe, Maella y la propia Batea.

Visto del grado de urgencia de alguna de las peticiones, los presentes en Maella se comprometieron a "contactar con los gobiernos de Aragón y Cataluña, con el objetivo de conseguir urgentemente las mejoras necesarias en las carreteras A-221, C-221, y proponer el desdoblamiento de la N-420 y C-43 hasta el eje del Ebro".

Los implicados decidieron citarse de nuevo "para evaluar los movimientos", así como invitar a más municipios de la zona para reforzar las reivindicaciones.