El padre Ángel, fundador de Mensajeros de la Paz, ha propuesto que se instalen duchas en las iglesias para que los indigentes las puedan usar, aunque lo califiquen de "populismo", ya que considera que los pobres tienen derecho también a estar limpios.

Este diocesano, que ha estado recientemente con el Papa Francisco en Roma, ha asegurado en una entrevista a Efe que el Pontífice ha autorizado este jueves la instalación de duchas en el Vaticano, para las personas sin techo.

"¿Todo esto es populismo? pues que sea populismo, pero es real que la gente, además de comer, se quiere lavar", ha señalado el padre Ángel en Zaragoza, donde ha participado en el foro "Charlas con Valor", presentado por la periodista Maricruz Soriano para hablar de la paz.

En los años sesenta, este diocesano, Premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 1994, fundó Mensajeros de la Paz para procurar hogares a los niños sin familia, y, a pesar de que han transcurrido más de cincuenta años, los comedores de auxilio social de aquellos años han vuelto a España, ha dicho.

A su juicio, la pobreza infantil es una realidad causada por la "dejadez" de los gobernantes y los ciudadanos, aunque el ministro Cristobal Montoro se negara a aceptar estas estadísticas, en un primer momento, ha comentado.

Sin embargo, pese a esta negativa inicial, el padre Ángel, sin "meterse mucho con el Gobierno", ha aclarado que los presupuestos para 2015 incluyen una partida importante para erradicarla, lo que significa que en cierta forma reconocen el problema.

Por otro lado, este diocesano, siempre dedicado a las causas solidarias, también a la inmigración, se ha referido a las concertinas de las vallas de Melilla y Ceuta, de las que ha dicho que son una auténtica "vergüenza", como ya dijo el Papa Francisco en Lampedusa.

"He sufrido mucho y he discutido mucho para que el delegado del Gobierno lo llamara cuchillas y no concertinas", ha precisado el padre Ángel, quien ha asegurado que ha estado allí y ha comprobado que, al poner las manos, cortan de verdad.

Por último, respecto al título de su charla "Dónde se ha ido la paz", ha precisado que la paz es saber sentarse, dialogar y tomar un café, pero a pesar de ser algo aparentemente sencillo hay gente "empeñada en mandar" y en decir "aquí el que manda soy yo" y así no puede haber paz.