El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Alcañiz investiga, apoyado por la Unidad de Criminalística de la Guardia Civil, la actuación de un agente del instituto armado que el pasado lunes abatió a un vecino de Andorra previo ataque con un cuchillo. Jesús García, el padre del joven de 30 años que resultó muerto, Joel, criticó en las redes sociales la actuación policial que llegó a calificar de «asesinato» e incluso llamó «incompetentes» a los agentes. Por el contrario, varias asociaciones profesionales como Jucil, AUGC y AEGC salieron a respaldar al miembro de la Benemérita.

La jueza que dirige la investigación, Dolores Basanta, estuvo ayer presente en la vivienda en la que ocurrieron los hechos, en la calle Fuente Baja de la localidad turolense. Allí realizaron una reconstrucción de los hechos durante cuatro largas horas, donde, además, los agentes recogieron las pruebas necesarias para esclarecer unos hechos que podrían encuadrarse en un delito de homicidio con la posibilidad de que se aplique la eximente completa de la defensa propia si se considera que fue una respuesta proporcional al ataque . Hoy está previsto, si no hay cambios de última hora, que se tome declaración a los cuatro agentes, momento en el que la magistrada podría incoar diligencias previas y que el agente que disparó contra Joel lo haga en calidad de investigado.

En poder de los investigadores también está el chaleco de nivel 2 (que protege de ataques con armas blancas y de fuego) y que, según la Comandancia de la Guardia Civil de Teruel, evitó que el agente resultara herido en el pecho después de que el fallecido se abalanzara sobre él. Una prenda que resultó inservible, según fuentes consultadas, puesto que presenta una serie de cortes que demostrarían que la respuesta del guardia civil fue para salvar su vida y zafarse de un agresor, al que durante dos horas trataron de tranquilizar a petición de los sanitarios. De hecho, los facultativos habrían tratado de suministrarle por vía intramuscular un tranquilizante, pero les fue imposible, según fuentes consultadas.

Tanto a ellos como a los propios guardias civiles les habría afirmado en repetidas ocasiones que no iba a consentir regresar al psiquiátrico donde estuvo internado, mientras profesó varias amenazas.

Todo ello en el porche de la vivienda que tiene unos seis metros cuadrados. Lugar donde estaban los agentes, pero también el padre y el hermano que resultó posteriormente herido de bala en una pierna. Dentro de la casa, en el interior de una habitación estaban la madre y su hija.

En un momento dado, según pudo saber EL PERIÓDICO, Joel fue contra los cuatro agentes que formaban una especie de rombo. El posicionado en la parte delantera, al igual que los que le escoltaban en los flancos, portaban en una de sus manos unas defensas extensibles y escudos que pudieron repeler el ataque del joven, que iba armado, pero se abalanzó sobre el cuarto que, por protocolo empuña el arma, y este le disparó a bocajarro tras intentarle apuñalar. Fueron tres tiros.

Una respuesta que dejó inicialmente noqueados a los agentes, siendo el hermano del fallecido el que gritó que había que llevarlo a la ambulancia para intentar salvarle la vida. No era consciente de que el rebote de una bala le había herido en una pierna. De hecho, tuvo que ser trasladado al hospital de Alcañiz para realizarle una serie de pruebas. Una trágico final que tuvo origen en una llamada al 112 SOS Aragón por parte de la madre del joven que pidió ayuda porque a su hijo le había dado un brote psicótico. Llegó a amenazarles con un cuchillo y un destornillador que en ningún momento soltó.

Reclamación de más medios

Las asociaciones de guardias civiles, Jucil, AUGC y AEGC reclamaron ayer que se provea a los agentes de pistolas eléctricas Taser que permitan evitar el uso de armas de fuego en situaciones de peligro como esta. Siete municipios de Aragón han dotado con este sistema a sus policías locales. El último en hacerlo en la comunidad fue el Ayuntamiento de Fraga, que adquirió dos dispositivos. A la lista se unen Tauste, Ejea de los Caballeros, Monzón, Pinseque, La Almunia de Doña Godina y La Puebla de Alfindén, que fue la primera hace cinco años.

A pesar de la falta de una defensa que esté en una posición media entre las armas de fuego y las porras, los agentes que actuaron sí disponían de chalecos y escudos, que en otros lugares escasean.

"Negociar con un psicótico en un brote agudo es imposible"

El psiquiatra forense José Carlos Fuertes Rocañín señala que las labores de negociación con pacientes que sufren brotes psicóticos no pueden compararse con las que se realizan con personas que padecen una depresión o, incluso, son psicópatas. «Negociar con un esquizofrénico durante un brote agudo es imposible, solo pasa en las películas», añadió el especialista.

Fuertes Rocañín explica que las «ideas delirantes» de estas personas «son irrebatibles con razonamientos lógicos», siendo una obligación el tratamiento farmacológico.

En este sentido, este psiquiatra forense zaragozano destaca que la agresividad en este tipo de pacientes suele ser «desproporcionada e imprevisible». Todo ello enmarcado en «la irracionalidad con la que actúan los enfermos mentales que no se tratan».

«Esto pasa, por ejemplo, con un psicópata porque sabe lo que quiere y te va a pedir algo a cambio que es factible dar respuesta. En estos casos no cambian de ideas, sino todo lo contrario, conforme pasa el tiempo el estado se agrava y hay más riesgo de respuestas especialmente violentas», afirma Fuertes Rocañín quien recomienda que en casos de permisos de enfermos mentales se suministre la mediación por vía intramuscular para continuar el tratamiento».