Javier A. L., el padre que fue detenido tras no devolver a su hijo en el punto de encuentro familiar y llevárselo a Huelva, afirmó ayer en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Zaragoza que es «inocente» de las coacciones y vejaciones por las que le denunció su expareja. Como ya explicara a este diario, el acusado achaca la querella, el origen de las diversas denuncias interpuestas, a una venganza. «Le fui infiel y me dijo que tenía un tío abogado y que me iban a arruinar la vida», aseguró tras la vista.

Esta se celebró ayer, a puerta cerrada, en la Ciudad de la Justicia de Zaragoza. Se trata de un procedimiento por delitos leves (antiguas faltas) de violencia de género, en concreto por levantarle la mano, amenazante, a su exmujer, además de insultarla, y coaccionarla para volver con él. La Fiscalía solo vio probadas las vejaciones, y pidió una pena de alrededor de 20 días de localización permanente y seis meses de alejamiento; para la acusación particular, que ejerce José Lozano, también hubo coacciones, y solicitó penas que suman un mes de trabajos en beneficio de la comunidad y un año de alejamiento de la víctima. La defensa, a cargo de Javier Notivoli, solicitó la absolución.

El juicio de ayer se limitaba pues a este episodio, aunque la denunciante aseguró al principio, «por nervios», según su abogado, que también hubo una agresión. Luego matizó que las agresiones habían sido otras veces, a lo largo de una «tortuosa relación» de diez años. Algo que Javier A. L. negó, insistiendo en que fue cuando descubrió su infidelidad, a raíz de una fotografía de Facebook, cuando le denunció. La mujer desvinculó una cosa de la otra.

Tras la denuncia, le fue impuesta una orden de alejamiento cautelar y una prohibición de comunicación, que se saltó a través de mensajes de móvil, y por la que fue condenado a nueve meses de prisión. En otra denuncia por quebrantarla, fue absuelto, aunque no fue al juicio porque ya se había llevado al niño. Él achacó los mensajes a que ella le escribía primero.

«En dos meses me ha puesto cuatro denuncias. Yo fui infiel y le pido perdón públicamente, pero tengo derecho a vivir mi vida, como ella, sin juicios paralelos», explicó el acusado.