Con apenas media hora de diferencia los padres y alumnos de dos colegios públicos aragoneses, separados por unos 200 kilómetros, se movilizaron ayer para reclamar a la Consejería de Educación soluciones ante la situación que viven estos centros desde hace meses. La aparición de unas grietas en las paredes del Baltasar Gracián de Calatayud y las interminables obras del Monte Oroel en Jaca han acabado por hartar a estas familias, que ayer se echaron a la calle.

Hacia las diez menos cuarto de la mañana, los padres y alumnos del colegio Baltasar Gracián de Calatayud se manifestaban para mostrar su preocupación por las grietas que aparecieron el pasado mes de noviembre y que han hecho que los padres decidan no llevar a sus hijos a clase hasta que la DGA garantice la seguridad del edificio.

Pese a que el director del centro ya alertó a la consejería en noviembre, lo cierto es que hasta el pasado martes no se inició el pertinente estudio técnico, que ha sido encargado a la empresa Proyex. Ese mismo día se descubrió una enorme fuga de agua a pocos metros de las paredes afectadas, lo que terminó de inquietar a los padres.

ALTERNATIVAS Durante la mañana de ayer, el alcalde de Calatayud, Fernando Martín, se reunió en el centro con algunos concejales y el ingeniero del consistorio, Fernando Munilla, para ofrecer a los padres y profesores su apoyo, y estudiar otras posibilidades para que los niños puedan continuar las clases mientras se realizan los trabajos. Para ello, el ayuntamiento ofreció como alternativa el inmueble del antiguo colegio de Claretianos, propiedad municipal.

Por la tarde, era el director Provincial de Educación, Felipe Faci, quien se desplazaba hasta la ciudad bilbilitana para reunirse con los representantes de la APA y la dirección del Baltasar Gracían y transmitirles tranquilidad "ya que los estudios realizados indican que no existe ningún riesgo para la seguridad de sus hijos".

Del mismo modo, el director provincial les anunció que durante la jornada de hoy se realizará un sondeo de los cimientos para dar todavía más seguridad a los padres. Sin embargo, la presidenta de la APA recordó que la concentración de hoy sigue en pie.

ACABAR CON LAS MOLESTIAS Paralelamente a lo que ocurría en Calatayud, más de un centenar de personas, entre padres y alumnos y profesores del colegio Monte Oroel se manifestaban ante el Ayuntamiento de Jaca para exigir la finalización definitiva de las obras en el centro.

Con pancartas con lemas como "De 3 a 5 años, también usamos baños" o "No más ruidos y polvo" y gritos de "Fuera obras", los manifestantes querían poner fin a las molestias y peligros que los niños de entre 3 y 12 años llevan soportando desde septiembre, debido las obras que se están ejecutando para eliminar las barreras arquitectónicas.

Y es que, como recordaba una madre, M Pilar Guede, "la gota que ha colmado el vaso y lo que nos cabreó fue encontrarnos el lunes por la mañana todos los aseos de infantil levantados".

LAVABOS PROVISIONALES Por este motivo, ayer se habilitaron dos lavabos y, desde el lunes, tres monitoras ayudan a trasladar a los pequeños a los servicios de Primaria.

Además, la APA entregó al primer teniente de alcalde, Juan David Vila, ante la ausencia ya comunicada del alcalde, una carta recopilando las reclamaciones de los padres y las más de 250 firmas de apoyo. Más tarde fue también el teniente de alcalde quien informó a los manifestantes de que la situación se normalizará esta misma semana, ya que los aseos ya se han repuesto y el suelo está hormigonado, por lo que sólo queda hacer el alicatado.

Por su parte, la presidenta de la APA, María Luisa Lasaosa, informó de la postura adoptada por los padres. "De momento, vamos a darles un voto de confianza, pero vamos a hacer un seguimiento detallado de las obras y si vemos que en un plazo razonable no se han terminado volver a plantear algo, porque hemos tenido mucha paciencia, pero todo se acaba".