Los 160 alumnos del colegio público Baltasar Gracián de Calatayud no volverán a pisar las aulas como medida preventiva, al menos hasta el próximo lunes. Esa fue la solución acordada ayer por la APA del colegio, sólo unas horas después de que técnicos de la empresa Proyex, junto a un aparejador de la DGA, detectaran una enorme fuga de agua en la red de abastecimiento en plena calle, junto al colegio, precisamente a escasos metros de la pared más afectada por las grietas.

El plante fomentado por los padres es la culminación a más de dos meses de inquietud desde que el 24 de noviembre el director del centro, Antonio Abián, alertara a la DGA de unas grietas aparecidas en el segundo piso del edificio.

La postura de los padres es tajante: a partir de hoy se reunirán todos los días a las diez menos cuarto de la mañana en las puertas del centro como medida de presión ante lo que consideran una situación "preocupante", donde perciben "una evidente falta de información" y "mucha lentitud".

En noviembre, técnicos enviados por la DGA examinaron la situación. Entonces, tras una inspección, emitieron un informe oral en el que recomendaban que la actividad escolar siguiera sin alteraciones. Algo que ha sucedido hasta ayer mismo. Según ellos, no había riesgo.

TESTIGOS ROTOS Poco después se colocaron los primeros testigos (pequeñas placas de yeso) para conocer la evolución de las grietas. "Sin embargo, los testigos se han roto uno tras otro sin que nadie reaccionaria, el último este fin de semana", aseguró ayer María Antonia Ruiz, presidenta de la APA.

Los padres, que visitaron ayer tarde las instalaciones, comprobaron "asustados" cómo en los últimos días las grietas se han extendido a nuevas aulas. Durante este mismo periodo las grietas que ya habían sido detectadas han aumentado a un ritmo alarmante: "El viernes me cabía un poco el dedo, y ahora ya me cabe entero", explicaba ayer una de las profesoras. La preocupación se disparó durante la jornada de ayer al aparecer un importante escape de agua en el exterior del edificio.

A las once de la mañana los técnicos de la empresa Proyex detectaron la fuga al abrir tres alcantarillas cercanas al colegio Baltasar Gracián, a pocos metros de la pared en la que han aparecido las grietas. Inmediatamente, los expertos contratados por la DGA alertaron al Ayuntamiento de Calatayud para que analizara el problema y tratara de resolverlo en el menor tiempo posible.

Tras reparar la avería con urgencia y estudiar la situación, el equipo municipal y la empresa Gestión de Aguas de Aragón, encargada del mantenimiento de la red de abastecimiento de Calatayud, descartaron cualquier relación entre la fuga descubierta y las grietas. "Hemos comprobado que el agua de la tubería rota va a parar a un pozo de alcantarillado por donde ha desahogado, de modo que no se han producido daños en el terreno", explicó Fernando Munilla, ingeniero municipal.

Del mismo modo, el técnico del ayuntamiento coincidió con los operarios de Gestión de Aguas de Aragón en que la avería, de la que fue testigo directo este diario, se había producido apenas "unas horas antes" de que aparecieran los expertos de Proyex.