La ministra de Exteriores española, Ana Palacio, pronosticó ayer que se llegará a una solución "a corto plazo" sobre la situación del ciudadano español Hamid Abderrahman, preso en la base norteamericana de Guantánamo desde hace dos años sin que se hayan presentado cargos contra él ni haya gozado del derecho a defensa letrada.

"Hemos avanzado mucho", aseguró Palacio tras su entrevista con el jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, aunque no quiso adelantar "ninguna decisión concreta", informa Efe. La ministra recordó que el Gobierno español "ha pedido que se sometiera a juicio, que se terminara esa situación de limbo, de indeterminación jurídica en la que están los internados" en Guantánamo, aproximadamente 660 personas, incluidos algunos menores.

El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ha solicitado la extradición de Abderrahman y de otros tres reos retenidos en la misma base, por su presunta relación con la célula española de la red terrorista Al Qaeda. En ese sentido, Palacio subrayó: "El interés de España es que ese ciudadano pueda comparecer ante la justicia española".

La ministra también se reunió ayer en Washington con el secretario de Seguridad Interior, Tom Ridge, con el que discutió sobre las recientes exigencias de la Administración norteamericana de que determinados vuelos de pasajeros con destino a EEUU lleven a bordo policías armados, medida a la que se oponen la mayor parte de las asociaciones europeas de pilotos.

Palacio declaró a Radio Nacional que el Gobierno español no descarta la presencia de agentes armados en dichos vuelos, aunque subrayó que ese tema se estudiará "caso por caso". "No hay, en absoluto, ninguna decisión de incorporar sistemáticamente agentes", aseveró la ministra.

INMIGRACION Por su parte, el Gobierno británico está negociando con las autoridades estadounidenses cómo minimizar el impacto negativo de las nuevas reglas de inmigración, que obligarán a los ciudadanos del Reino Unido a solicitar un visado para poder entrar en EEUU.

Estas nuevas reglas entrarán en vigor el 26 de octubre. A partir de entonces, los pasaportes extranjeros deberán incorporar datos biométricos de lectura óptica o adjuntar un visado.