La juventud está siendo una de las grandes perjudicadas por la crisis del covid-19. Según el informe de Comisiones Obreras (CCOO) sobre el impacto en la juventud aragonesa, en ocho meses de pandemia se han destruido 4.978 puestos de trabajo entre los jóvenes menores de 30 años. Estos casi 5.000 empleos perdidos suponen una caída del 6,44% del empleo juvenil, cinco puntos más que la media de la caída de la afiliación de la Seguridad Social en Aragón, que ha sido del 1,02%.

Aunque en el 2019 hubo una mejora en la creación de empleo, ahora se da una recesión económica con mayor destrucción de empleo y precariedad (tanto laboral como salarial), más paro, y una menor tasa de actividad -del 52% en los menores de 30 años-. «Disminuye debido a razones de descenso demográfico y de envejecimiento, y también de desánimo y emigración», explica Elena Pérez, secretaria de Mujer, Igualdad y Juventud de CCOO Aragón.

La tasa de actividad ha caído en casi 7 puntos frente a la del 2019. Son 4.100 personas activas menos con una edad inferior a 30 años. «Hay muchos jóvenes que han decidido dejar de buscar activamente trabajo. Ante una situación de paro y de ausencia de opciones de empleo, han optado por volver al sistema educativo, mejorar su formación o simplemente están tan desanimados que no son capaces de buscar empleo, y esto es muy grave», explica Carmelo Asensio, economista de CCOO Aragón.

La crisis está afectando a la juventud con el doble de empleo destruido y con casi el triple de población ocupada perdida. En el mes de noviembre, mientras el paro en general se ha incrementado en un 2,94%, entre los menores de 25 años, que son los más castigados, ha crecido un 4,15%.

El impacto se ha dado sobre la empleabilidad con una pérdida de 7.200 empleos y la disminución de la tasa de empleo del 9,3% en el último año. El paro juvenil está «disparado», ya que ha crecido un 31,27% desde febrero, con 3.959 personas menores de 30 años que han engrosado las listas del paro. Afecta al 27% de los menores de 25 años (la cifra más alta desde el 2013), y entre los de edad inferior a 30 son un total de 24.300 (el 32,40%). «Aragón duplica la tasa media de paro de Europa en menores de 30 años, donde es del 13,17%», indica Asensio.

Los trabajadores de menos de 35 años ganan actualmente un 23% menos que en el 2010. CCOO define la situación de la juventud con trabajos precarios y salarios bajos, lo que se traduce en vidas precarias. «Esta pandemia está truncando de nuevo las expectativas laborales y vitales de las nuevas generaciones», apuntan.

La temporalidad sigue siendo negativa, con una tasa del 49,30%. Esta se reduce en 4,10 puntos, pero no por la mejora de las condiciones laborales, sino por la caída en 8.300 asalariados en un año.

Además, el empeoramiento de las condiciones salariales ha provocado un retraso en la emancipación juvenil, con una tasa del 19,6% -entre las más bajas de la UE-, y el aumento de la exclusión social. El perfil que presenta la pobreza es mujer y joven.

La tasa de riesgo de pobreza del 2019 en Aragón se sitúa en torno al 21% y en el caso de los jóvenes asciende al 29% con 85.164 aragoneses menores de 25 años en situación de pobreza y en riesgo de exclusión social, el índice más alto de la última década.

Según un informe del Consejo de la Juventud de España del 2019, los jóvenes deberían destinar el 101,41% de su sueldo a la compra o alquiler de una vivienda. «Tendría que dedicar todo su sueldo íntegro o cobrar el doble».

Para CCOO es una juventud «atrapada entre dos grandes crisis» y se empieza a decir que puede ser «la generación perdida». Defienden que es necesario trabajar en la calidad del empleo y de la enseñanza y en la mejora de la emancipación.