Además de en la mayoría de promociones de la ciudad, las obras también continúan en el centro comercial que se está levantando en los antiguos suelos de la fábrica de Pikolín. Fuentes del proyecto impulsado por Iberebro, la sociedad inversora de la familia Soláns, confirmaron ayer que el complejo de obras y ocio sigue avanzando. Lo que obviamente no pudieron asegurar es que el centro, que se denominará La Torre Outlet, pueda abrir sus puertas a finales de mayo o principios de junio, tal y como estaba previsto. «La situación actual es tan cambiante que no podemos saber lo que pasará», aseguraron las citadas fuentes, que subrayaron que en las obras se está implementanto el protocolo sanitario fijado por el Gobierno.

Desde su presentación en el 2015, los promotores del proyecto han tenido enfrente a un grupo de organizaciones políticas, sindicales, vecinales y comerciales, que abrieron la batalla judicial para paralizarlo.

De hecho, la fecha de la apertura a sufrido continuos retrasos debido a las trabas urbanísticas y judiciales a las que ha tenido que enfrentarse el proyecto, las cuales ha logrado salvar hasta ahora.

El mayor obstáculo fue la sentencia en contra de su plan especial, dictada hace un año por el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA), que ha quedado sin efecto al no llegar a ser firme tras admitirse el recurso presentado por Iberebro ante el Supremo. Mientras, las obras han seguido su curso, ya que el Ayuntamiento de Zaragoza tramitó una modificación del PGOU para dar cobertura legal al espacio. Aún así, los detractores del outlet no se han dado por vencidos y recientemente han presentado un recurso contra esta acción del consistorio.

Hasta hace muy poco, el proyecto se denominaba Torre Village pero recientemente sus impulsores decidieron cambiar el nombre por el de La Torre Outlet. Los promotores del complejo comercial también están intentando retomar el proyecto del apeadero de cercanías.