La custodia compartida seguirá sin ser preferente en Aragón, tras el cambio legal producido el pasado mes de marzo en las Cortes. La proposición no de ley presentada por Ciudadanos para revertir este cambio no prosperó ayer en la Cámara, con los votos en contra de la izquierda, que impulsó el cambio en marzo, y también del PAR.

Esto último era de esperar, como socios del cuatripartito, pero no deja de ser chocante habida cuenta de que fueron los aragonesistas quienes impulsaron la custodia compartida preferente hace ocho años, y quienes hace apenas seis meses la seguían defendiendo fieramente tras el cambio.

Al diputado Jesús Guerrero, que defendió en el pleno este cambio de postura, le vino de perlas la intervención del Justicia de Aragón, Ángel Dolado, que abrió la sesión de ayer presentado la memoria de la institución y aludió a que no había dado tiempo, en verano, a evaluar los efectos de este cambio legal en los juzgados. A esto se agarró Guerrero para justificar su negativa a volver a cambiar la ley, con la «inseguridad jurídica» que esto crearía.

El PAR había presentado una enmienda para proponer un estudio por parte de expertos para analizar la procedencia del cambio -precisamente lo que quería la derecha en marzo, como recordó la socialista Leticia Soria-, pero no fue aceptada.

Salvo este viraje del PAR, y la presencia de Vox, el debate transcurrió en términos muy parecidos a los de marzo, con la derecha insistiendo en la verdadera «igualdad» y «libertad» de las familias que representaba la compartida preferente y la izquierda aludiendo a la «realidad social» de las mujeres y a que así se protege mejor el interés del menor.

Por Ciudadanos, la diputada que defendió la moción, Beatriz García, atacó especialmente que la nueva ley tenga en cuenta la dedicación de cada progenitor a los hijos en la convivencia. Ironizó con que, «tras 30 años de autónoma» y su marido también trabajando, la custodia en su caso debería de ser «para la canguro».

Por parte del PP, Mar Vaquero se reafirmó en que la «igualdad» la simboliza la compartida, y el portavoz de Vox, David Arranz, reprochó a la izquierda que la igualdad «a veces les gusta y a veces no», y afeó que se guíe por «el feminismo radical».

Entre la izquierda, Erika Sanz, por parte de Podemos-Equo, afeó que se pusiese en duda la situación de las mujeres «en una semana con cuatro asesinadas», y en la misma línea, Álvaro Sanz, de IU, afirmó que la compartida sería la opción prefente «si la sociedad estuviera preparada». Carmen Martínez Romances, en nombre de CHA, atribuyó la propuesta no solo al desgaste para el Gobierno sino a la competencia preelectoral entre Cs y PP, quien ha registrado otra proposición (de ley) sobre el mismo tema.