El PAR anunció ayer sus tres condiciones para negociar la reforma del impuesto de Sucesiones: la eliminación total entre cónyuges y padres e hijos, la desaparición del pago por el usufructo de viudas y viudos y que no se liquide la fiducia hasta que se produzca la herencia efectiva.

La diputada Elena Allué explicó que estas premisas deben cumplirse si el Gobierno de Aragón quiere contar con ellos para la reforma del impuesto. Son medidas que, a su juicio, son «más fáciles de aceptar» que las que propone Ciudadanos (Cs), partido que apuesta por establecer en un millón de euros el límite heredado para pagar el impuesto. Según Allué, hasta ahora la presión política y la social, con más de 130.000 firmas recogidas contra el impuesto «no ha sido suficiente» para que el Gobierno modificara el impuesto. Añadió que, «de repente» el Ejecutivo ha anunciado «a bombo y platillo» una reforma «sin dar explicaciones».