El Partido Aragonés presentó ayer en las Cortes una proposición no de ley que insta al gobierno autonómico a paralizar el Proyecto Tresmiles. Esta iniciativa propone cambiar de nombre a los 160 picos de montaña con una altitud de 3.000 o más metros.

Los parlamentarios Lucía Guillén y Jesús Guerrero, ambos del PAR, piden mantener la toponimia aragonesa, ya que consideran «un sinsentido» modificarla y creen que confundirá a turistas y visitantes. Uno de los picos afectados es el Aneto que pasa a denominarse Tuca d’Aneto.

Guillén pide frenar esta iniciativa y retomarla más tarde, teniendo en cuenta a “quienes mejor conocen la realidad territorial y la Historia”. Además, solicita que se inicie un nuevo proceso para aquellos picos que no tienen una denominación conocida y consolidada, pero con la participación de los clubes de montaña.