«Acción de Gracias es una celebración mucho más importante que la Navidad para los norteamericanos», reconoce la propietaria de la tienda Taste of de Zaragoza, Luisa Callejas. Su establecimiento está especializado en productos estadounidenses y al darse un paseo entre sus estanterías uno piensa que se ha colado en un Walmart en Kentucky o algo así.

Esta semana en la tienda se han mezclado los últimos saldos relacionados con Halloween con los productos indispensables para preparar un buen pavo asado. Y además se han podido comprar banderitas y guirnaldas en las que el pobre animal aparece vestido de colono. «La mayoría de los clientes de estos días tienen relación con EEUU, pero cada vez se animan más zaragozanos», asegura.

La propia Callejas no es muy de celebrar esta fiesta. Pero eso es porque tiene dos hijas vegetarianas y no es plan de ponerles casi siete kilos de carne encima de la mesa. «Los norteamericanos son muy prácticos y casi todos los ingredientes para la receta se pueden comprar ya hechos», señala.

Uno de los clásicos es el pastel de calabaza. Se compra la base, que es una especie de galleta, el relleno, que viene en lata y se adereza con la habilidad personal de cada uno. Todo un éxito.

Callejas viajó hace unos años a EEUU para conocer sus costumbres y poder asesorar a los compradores. Todos ellos acuden a la tienda con el tópico del país que han conocido en las películas. Por esa razón los productos que más vende son los más icónicos. Las cajas de cereales de colores como los que desayuna la familia Simpson, las chocolatinas marca Reese’s que se consumen en las series de institutos, las fantas de sabores y las salsas. Ojo. La selección de botes con aderezos es enorme. Y muchas de ellas pican.

Pavo asado

«Tenemos que ir renovando con mucha asiduidad lo que ofrecemos para que los clientes no se cansen», explica Callejas. Lo importante es lograr que los que han comprado una vez regresen pasado un tiempo a buscar más cosas.

Estos días de Acción de Gracias se ha dedicado también a recoger pedidos de pavos asados. Por 79 euros se podía encargar un bicho del que comen hasta diez personas. «A una familia le puede durar casi una semana», precisa.