El director General de Movilidad del Gobierno de Aragón, José Gascón, ha decidido paralizar las obras que se llevan a cabo en la A-132 en Murillo de Gállego tras las denuncias de la coordinadora Biscarrués-Mallos de Riglos de que los desprendimientos caídos a la calzada se estaban vertiendo al río.

La entidad ha acusado a la empresa de las obras de cometer una ilegalidad puesto que, aseguran en una nota de prensa, las máquinas que trabajaban a la altura del kilómetro 41 de dicha vía estaban arrojando los restos de los derrumbes al cauce cuando deberían ser recogidos con un camión.

Según la coordinadora, esta actuación, que también se produjo el domingo, podría cortar el caudal del río y afectar a los turistas que realizan deportes de aguas bravas.

Por estos hechos la coordinadora ha anunciado que interpondrán denuncias ante la Guardia Civil, Confederación Hidrográfica del Ebro y los servicios forestales.

Desde el Gobierno de Aragón han negado que se estuvieran produciendo estos hechos y que lo que se intentaba era almacenar las piedras en la ladera para su retirada posterior.

No obstante, debido a la situación de tensión que se ha creado con los vecinos la Dirección de Movilidad ha decidido paralizar los trabajos.