Agentes de la Policía Nacional han detenido en la capital aragonesa a dos personas, un hombre y una mujer, como presuntas autoras de varios delitos de falsedad documental, estafa y hurto. Los sospechosos se servían de documentos de identidad sustraídos para perpetrar, supuestamente, sus fechorías y huían en cuanto eran descubiertos por algún empleado de banca que notaba algo extraño en los DNI que exhibían.

La mujer, de 32 años, fue detenida el pasado 7 de marzo como autora de un delito de falsedad documental al intentar rescatar unos objetos que estaban empeñados.

Para conseguir este fin, exhibió un documento nacional de identidad que no era suyo y que previamente había sido denunciado como extraviado junto al contrato de empeño por parte de la verdadera titular de la documentación.

Las investigaciones policiales, iniciadas a raíz de las primeras denuncias recibidas en las comisarías, determinaron que la detenida era la misma mujer que había cometido en las últimas semanas varios delitos de estafa, hurto y falsedad documental, en ocasiones acompañada de un hombre, a quien también se detuvo, informaron fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Aragón.

En este sentido, las declaraciones de la supuesta estafadora resultaron cruciales para la resolución del caso. Al parecer, se valían de los descuidos de sus víctimas potenciales para sustraerles sus documentos.

LLAMADA DE AVISO // El modus operandi de esta pareja consistía en sustraer la documentación a sus víctimas para después acudir a oficinas bancarias y, tras engañar al empleado que les atendía, sacar dinero de sus cuentas. A una de las víctimas llegaron a sustraerle 3.400 euros.

En otras ocasiones, los empleados se daban cuenta del engaño y la pareja emprendía la huida de la sucursal atropelladamente para evitar ser detenidos por la Policía Nacional tras la llamada de aviso.

Las investigaciones han sido desarrolladas por miembros de la Comisaría de Distrito de Centro, en colaboración con la Comisaría de Distrito de San José.

De momento, las investigaciones se circunscriben a averiguar si puede haber más personas perjudicadas por los dos sospechosos.

Esta operación policial se ha desarrollado en paralelo con otra en la que fue detenida otra pareja que se dedicaba a robar bolsos por el procedimiento del tirón. Lo hacían con gran violencia y algunas de sus víctimas eran derribadas y sufrían lesiones, como ocurrió en el caso de una mujer octogenaria. Los sospechosos habían dado varios de estos golpes en distintos puntos de Zaragoza. Los testimonios de testigos y víctimas llevaron hasta ellos.