Las parejas estables de homosexuales podrán adoptar a partir de ahora niños en Aragón. Así lo aprobó ayer el pleno de las Cortes con el único voto en contra del PP y la abstención del PAR, por lo que Aragón es la tercera comunidad, junto a Navarra y País Vasco, que acaba con la discriminación del colectivo de gays y lesbianas respecto a la adopción.

El PP fue el único que se opuso a esta iniciativa y su diputado Angel Cristóbal Montes volvió a insistir en que se trata de una decisión contranatura. El parlamentario popular recordó que en el Código Civil no se permite ser testigos en testamentos a los ciegos, sordos o mudos y "no me consta que se sientan discriminados". Y agregó que del mismo modo que "una persona sin pierna no puede ganar una carrera de cien metros libres y una sin brazos no puede jugar al tenis, dos hombres o dos mujeres no pueden tener un hijo". Porque, advirtió, eso es algo que "lo dicen las leyes de la naturaleza y el hombre no las debe corregir". Y se preguntó, acto seguido, si "no sería mayor" la discriminación que puede sufrir el niño adoptado si se permite la adopción a estas parejas. A su juicio, se metería al menor "en un túnel del que no sabremos cómo saldrá" y en el que sufrirá "presión social y sicológica".

RECURSO POPULAR El PP se quedó solo en sus planteamientos y dejó entrever que podría acudir a los tribunales. El diputado de IU, Adolfo Barrena, promotor de la iniciativa, reiteró que una vez que entre en vigor los derechos de las parejas homosexuales estables serán los mismos que los de las heterosexuales en cuanto a la adopción.

La socialista María Angeles Ortiz justificó el apoyo de su grupo a la protección de los menores, toda vez que existen ya casos de parejas homosexuales con hijos (biológicos o adoptados por un miembro de la pareja) en los que el niño queda desprotegido si se produce una separación o la muerte del padre o madre "legal".

Chesús Bernal, de Chunta Aragonesista, insistió en que es la necesidad de renococer una realidad existente y lamentó la "hipocresía" que supone permitir a un homosexual adoptar de forma individual y negarle este derecho si afirma públicamente que tiene pareja y que quiere adoptar. María Herrero, del PAR, se preguntó si la sociedad "está preparada" para asumir en este momento este tipo de cuestiones, aunque remarcó que su grupo "no cuestiona la idoneidad de los homosexuales para poder criar niños".

Los colectivos de gays y lesbianas calificaron la noticia de "hito histórico". "Nos preocupa que el PAR haya votado en contra, porque la consejería de Servicios Sociales y Familia está en su poder", explico un representante de Towanda. Juan Carlos Galtier, de Lyga, se congratuló por esta "doble buena noticia", porque al no ser recurrida por el Gobierno --como hizo el PP en el caso del País Vasco-- la ley seráefectiva en cuanto se publique".