Aseguraba don Quijote que lo que llevaba sobre su cabeza era un yelmo --casco que utilizaban los caballeros de la Edad Media-- mientras sus contertulios insistían en que se trataba de una bacía --recipiente que utilizaban los barberos para colocar bajo el rostro de sus clientes--. Para resolver la polémica, Sancho Panza, ejemplo de justicia y cordura, sentenció que lo que su señor portaba sobre la cabeza no fuera ni yelmo ni bacía, sino que habría de ser baciyelmo .

Tal vez sea este episodio de la obra de Cervantes el que ha inspirado al Ayuntamiento de Tarazona, o tal vez no, pero no cabe duda de que la solución adoptada para los aparcamientos de la ciudad merece la comparación. En lugar de crear una zona de aparcamientos azul o blanca, para contentar a todos, ha creado una nueva figura: la zona blanquiazul.

La nueva iniciativa

El pleno turiasonense ha aprobado la prestación del servicio público de estacionamiento limitado de vehículos en vía pública sin sometimiento a pago. Es decir, una zona azul gratuita, o una zona blanca controlada. Esta novedosa modalidad de control de párking se pondrá en marcha antes del verano, en las calles que discurren paralelas al río Queiles, y obligará a los ciudadanos a controlar el tiempo que estén estacionados en las 68 plazas existentes, en el horario comercial.

A partir de ese momento se repartirán entre los vecinos de la ciudad y clientes habituales del comercio, unos relojes con los que se deberá marcar una hora y media, tiempo máximo para el estacionamiento. La Policía Local será la encargada de controlar las infracciones y las multas sí serán de pago, con un importe mínimo de 18 euros, dependiendo de la infracción.

Según explica el concejal delegado, José Luis Negredo, se obligará a los ciudadanos a cambiar el reloj o el coche de lugar de aparcamiento cada hora y media. El edil asegura que la decisión responde a una iniciativa de la Asociación de Comerciantes de Tarazona, que reclaman aparcamiento de pago, aunque desde el consistorio ven injusto que se ponga en marcha si la ciudad no ofrece una alternativa gratuita.

Por ello, y hasta que se ejecuten los aparcamientos públicos de Barrio Verde y Eguarás, los ciudadanos se "irán concienciando con este sistema que pretende evitar el uso abusivo del coche", según explican fuentes municipales. Queda esperar para conocer si algunos turiasonenses echarán mano de la picaresca para saltarse la norma.