El anuncio de la Lotería de Navidad de este año juega con la idea de la película Atrapado en el tiempo, más conocida popularmente como El día de la marmota, en la que el protagonista despierta cada mañana en la misma fecha, repitiendo la jornada hasta la saciedad. Las Cortes de Aragón se unieron ayer al homenaje cinematográfico durante la intervención del presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, que volvió a tratar sobre todos los temas principales de la jornada de anteayer, y de las últimas semanas, a requerimiento del resto de los partidos, sin apenas novedad.

Así, el líder del PP aragonés, Luis María Beamonte, resucitó en su pregunta los fantasmas del Gobierno de Pedro Sánchez, «rehén de nacionalistas y amigos de ETA», y los efectos de sus «desconcertantes anuncios» en la economía aragonesa, desde el carbón a la producción de automóviles. Acusó a Lambán de «guardar silencio» ante el «peligro para la salud económico-financiera de España» que supone Sánchez, e instó a Lambán a sugerirle que dimita.

Si reiterativa fue la pregunta, no menos lo fue la respuesta. Tras espetarle Lambán a su rival que «al único que veo desconcertado es a usted», en la réplica retomó el tono de anteayer, cuando calificó a Beamente de «la inanidad política personificada». Ayer le acusó de recrearse en el «barro y la riña electoral» con los problemas, sin dar «ni una sola idea» para solucionarlos.

Defendió que el líder popular es «el delegado de (Pablo) Casado en Aragón, al que se parece». Por contra, «mi obligación es aprovechar las buenas decisiones de Madrid y denunciar las malas». Afirmó por ejemplo que él no defiende a la ministra de Transición Energética Teresa Ribera, «negocio y exijo». Rebajó el nerviosismo al afirmar que la ley de cambio climático es «un documento de trabajo, que trata de aplicar el acuerdo de descarbonización de París», como tiene que hacerlo «toda Europa, incluída Tarazona, fíjese», espetó a Beamonte.

Tras el repaso a la política nacional y sus posturas, a Lambán le tocó responder a otro tema que también fue abordado anteayer, aunque por el consejero de Presidencia Vicente Guillén, como fue el de los conflictos laborales en las empresas públicas. Aunque ayer la portavoz de Podemos, Maru Díaz, combinó el de la plantilla de Aragón Televisión con el de los bomberos de Sarga y los despidos antes de tiempo, que han llevado a la formación morada a romper la negociación de los presupuestos.

LOGROS

Lambán salió por la tangente respecto a la plantilla de Sarga, y en lugar de negar o matizar los despidos antes de tiempo de bomberos repasó todas las mejoras que ha experimentado el cuerpo forestal, y todos los empleados públicos, durante la actual legislatura. Desde las plazas que han sacado a oposición para reducir la temporalidad, 9.600, hasta el abono de la paga extra pendiente, pasando por los planes de seguridad y salud o de igualdad.

Concretando más en los bomberos, consideró que han «cumplido escrupulosamente» el compromiso de los diez meses de contratación, que han ejecutado casi el 100% del presupuesto previsto para Sarga o que los efectivos de las brigadas helitransportadas trabajan todo el año. Tamién el incremento de presupuesto del 83%, de 11 a 21 millones desde el 2015.

Con cierta ambivalencia, el presidente señaló que gran parte de estas mejoras han sido «gracias a los acuerdos con ustedes» (Podemos), pero luego también les afeó que no den su brazo a torcer para tramitar la Ley de Renta Básica, un compromiso principal de esta legislatura que todo hace indicar que no saldrá adelante.

Para culminar llegó la novedad en forma de dos preguntas sobre la reciente reunión bilateral Aragón-Estado, que sí fue novedosa en el sentido de que Lambán no había hablado de sus resultados en sede parlamentaria. Entre otras cosas porque hace apenas cinco días que sucedió.

De ahí que el presidente, que por otro lado tampoco estuvo en el encuentro -se cruzó con la ministra Batet camino de Bruselas para pelear el Corredor Cantábrico-Mediterráneo-, advirtiese a Susana Gaspar, de Ciudadanos, que no tenía mucho que valorar hasta que haya transcurrido un tiempo y se vea si se cumplen los acuerdos alcanzados.

El presidente hizo cierta autocrítica en el sentido de que no llegó a reunirse con los grupos para llevar una voz común, como en la anterior reunión. Pero también recordó que ofreció a los partidos la posibilidad de que le enviasen propuestas de temas, y solo lo hizo el PAR, como agradeció a Arturo Aliaga durante su pregunta sobre la bilateral.

Gaspar le afeó que la mayoría de promesas de la reunión ya se las había hecho en la anterior el Gobierno del PP, sin resultado conocido.