La Junta de Portavoces del parlamento navarro aprobó ayer una declaración institucional por la que el legislativo manifiesta la necesidad de transparencia y control de las cuentas de las obras del recrecimiento del embalse de Yesa, cuyas obras pidieron que se paralicen. La declaración contó con el apoyo del cuatripartito, el rechazo de UPN y PP y el voto dividido de PSN.

Este se abstuvo en el primer punto por el que el parlamento se basa en un informe del Tribunal de Cuentas para denunciar el «oscurantismo y el descontrol presupuestario con el que ha actuado la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE)» en las obras del recrecimiento del embalse de Yesa, «que han llegado a un sobrecoste del 110%», dijeron.

Por ello, el PSV manifiestó la «necesidad de transparencia y control de las cuentas, de manera que se puedan investigar y auditar en profundidad».

En un segundo punto de la declaración, con el rechazo de PSN, UPN y PPN y el voto a favor de Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e I-E, el Parlamento de Navarra «comparte el cuestionamiento que realiza el Tribunal de Cuentas en relación al interés social del proyecto del recrecimiento de Yesa, al que se le añaden las incertidumbres sobre la seguridad, especialmente en la ladera derecha».

Por ello, en la línea de las conclusiones del informe técnico de evaluación de diversos aspectos de seguridad de las obras de la presa de Yesa, elaborado en junio del 2016 por un grupo de trabajo interdepartamental, y en la línea del acuerdo del Gobierno de Navarra del 2017, el parlamentó solicitó el fin de las obras.