Asextra, la entidad que agrupa a los examinadores de conducir españoles, anunció ayer que la huelga que el sector mantiene desde mediados de junio se prolongará también durante los meses de noviembre y diciembre al no haber obtenido respuesta a su reinvidicación de cobro de un suplemento de 240 euros mensuales por las especiales características del trabajo.

Los examinadores de autoescuela hacen huelga los lunes, martes y miércoles de cada semana, mientras que los jueves y viernes acuden a sus puestos de trabajo.

Estos paros intermitentes han impedido, en el caso de la provincia de Zaragoza, que un número elevado de personas, más de 3.500, no puedan examinarse debido a que el ritmo de pruebas para la obtención del carnet de conducir se ha ralentizado.

Las autoescuelas se han quejado de que el prolongado conflicto está suponiendo graves pérdidas, debido al descenso del número de alumnos y las largas listas de espera para someterse a los exámenes.

El pulso que los encargados de evaluar la pericia de los futuros conductores mantienen con la Dirección General de Tráfico (DGT) lleva varios meses estancado. Los primeros mantienen que hace ya dos años que la Administración les prometió un incremento del sueldo por la especial dureza de su trabajo, en lo referente al horario y al riesgo de accidente.

Pero la DGT se niega a aplicar esa subida alegando que no es competencia suya, sino del Ministerio de Hacienda, que hasta ahora no ha dado ningún paso para resolver el problema.

Mientras tanto, al no celebrarse tantos exámenes como sería preciso para cubrir la demanda, va aumentando la bolsa de los aspirantes que esperan el momento de realizar las pruebas prácticas obligatorias.

Una situación que perjudica, sobre todo, a quienes están realizando oposiciones o buscan trabajo y una de las condiciones es estar en posesión de carnet de conducir.