Nadie podía imaginar en febrero del 2020 que Aragón sumaría 87.158 desempleados un año después. Por entonces, el número de parados apenas alcanzaba la cifra de 67.000 personas y aunque la economía daba signos de debilidad nada hacía sospechar de que un virus daría al traste, en un abrir y cerrar de ojos, con una recuperación que costó años y mucho esfuerzo conquistar tras la recesión del 2009. Nadie, en su sano juicio, esperaba que el paro iba a crecer un 30% en la comunidad en solo un año. Ni que la llegada del coronavirus iba a situar a Aragón como la tercera autonomía con peores datos anuales, solo por detrás de Canarias y Baleares. Nadie pudo anticipar que tras casi 365 días de pandemia, Aragón iba a regresar a niveles de desempleo de abril del 2016 (87.747). De un plumazo. Nadie sospechaba que Aragón sumaría 2,3 parados cada hora (más de 55 cada día) durante el primer año del covid. Pero esa es la realidad hoy.

Los datos de paro del pasado febrero ahondan en la crisis del mercado laboral aragonés y acentúa la preocupación del Ejecutivo autonómico y de los agentes sociales que no saben cuándo cesará la sangría. Y eso que Aragón no es una comunidad eminentemente turística, el sector más golpeado por el covid por su exposición al sector servicios. Sin embargo, fue la segunda con peores cifras en febrero (2.000 desocupados más) y la tercera en el último año.

Mientras los desempleados crecieron en febrero a un ritmo del 1,12% en España, en Aragón lo hizo al 2,35%. Y en el último año, la comunidad se sitúa 6,64 puntos por encima de la media estatal en destrucción de empleo. Datos malos sin paliativos al que se añade otro que refleja la gravedad de la situación: Huesca y Teruel fueron las dos provincias españolas donde más subió el paro, con un incremento del 45,22% y 40,18% respectivamente.

Pero lo peor puede estar por llegar. A esas 87.158 personas sin trabajo hay que sumar los 16.860 trabajadores que han logrado salvar su puesto gracias a los expedientes de regulación temporal de empleo (erte), aunque son muchos los expertos que anticipan que una buena parte de estos empleados acabarán finalmente engrosando las listas del paro. Por ahora, la comunidad suma 4.860 empresas con erte, algunas de las cuales corren serio riesgo de cerrar, según anticiparon ayer las patronales Cepyme y CEOE Aragón.

Solo los datos de febrero dejan 206 erte presentados en Aragón (uno en el sector de la agricultura, 4 de la constricción, 41 en la industria y 163 de los servicios, la mayoría). La mayoría, más del 77%, fueron por causas de fuerza mayor, con un total de 1.969 trabajadores afectados). Además, se registraron tres expedientes de extinción de empleo (todos en la provincia de Zaragoza) con la pérdida de 39 empleos.

Mientras, en un año alrededor de 1.300 empresas han cerrado en Aragón. Además, hay 11.165 autónomos con ayudas por cese de actividad o reducción de ingresos superior al 75%, una cifra que ha aumentado un 14,69% el mes pasado.

El único dato positivo es que Aragón ganó en febrero 1.384 afiliados a la Seguridad Social respecto al mes anterior hasta situar el número de cotizantes en 562.039. Pese a ello, hay un 2,35% menos que en febrero del 2020.

Restricciones

La consejera de Economía y Empleo del Gobierno de Aragón, Marta Gastón, reconoció que las cifras son «malas», por lo que confía en una pronta flexibilización de las restricciones como punto de inflexión para la recuperación del empleo. A su juicio, las medidas sanitarias son decisivas para retomar el pulso del mercado laboral. Gastón señala que una vez que la vacuna ejerza la inmunidad esto se verá plasmado en la capacidad de las empresas de generar actividad. Pese a ello, reconoció que a las ayudas que anunciará la DGA en los próximos días --de la mano de las diputaciones y la federación de municipios FAMCP-- para recuperar el turismo y la hostelería serán insuficientes, por lo que reclamó un potente plan de ayudas directas del Gobierno central.

Porque el incremento del paro llega a todos los sectores, pero especialmente a la agricultura (43,6%) y los servicios, con un repunte del 28,65%. Por detrás se sitúa la industria, con un incremento del 25,71% y la construcción (+21,63%).

En febrero se firmaron 33.300 contratos, 998 menos que en enero, un 2,91% menos, el 88,52% temporales y el 11,48 % indefinidos.

UGT urgió ayer a derogar la reforma laboral, mejorar la contratación y primar el empleo indefinido. También reclamó revisar el sistema de protección social que deja fuera a 47.000 parados de la comunidad, el 55%, que no tiene ningún tipo de prestación.

Desde CCOO también han advertido de que la precariedad y la temporalidad son un lastre para la recuperación económica y explican «la fuerte destrucción de empleo» en la pandemia.

Dos de cada tres desocupados nuevos son mujeres

Las mujeres se encuentran entre las más afectadas por este año de covid. Tanto es así que solo durante el mes de febrero, el 76% de las 2.000 personas que se registraron como desempleados fueron mujeres. (1.529). La brecha de género y la precariedad están haciendo mella en el mercado laboral de Aragón de forma continua desde que estalló la crisis del coronavirus. «Se feminiza el desempleo y aumentan las brechas de género» y además la precariedad «sigue siendo también la norma en la contratación, dominada por las modalidades temporales», denunció CCOO en Aragón en un comunicado.

Otro de los punto débiles del mercado laboral aragonés se encuentra en la situación de los jóvenes. El aumento del desempleo en el colectivo de hasta 35 años representa el 33,4% de los 2.000 parados más registrados en febrero.

El tercer aspecto preocupante para la comunidad son los parados de larga duración que suman 37.985, el 43,58 % del global de desempleados en Aragón tras un aumento mensual en 2.608 personas y anual de 16.713, el 78,57%. Por tanto, se trata de un problema añadido al propio del aumento del paro general.

El incremento del paro registrado también se reflejó en las tres provincias aragonesas, con aumentos anuales de 14.044 en Zaragoza (un 26,62% más), en 3.896 en Huesca (un 45,22%) y en 2.246 en Teruel (un 40,18%), según los datos publicados ayer por los Servicios Públicos de Empleo.