El tsunami del covid 19 destruyó en solo tres meses 20.000 puestos de trabajo en Aragón en pleno confinamiento y cierre de empresas. El dato ya de por sí es nefasto pero no refleja la gravedad de la situación que atraviesa el mercado laboral, que se ha visto zarandeado con gran violencia por el coronavirus. Por lo pronto, hay miles de aragoneses protegidos bajo el paraguas de los Expedientes de Regulación de Empleo Temporales (ERTE) que figuran como ocupados en la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada ayer por el INE. Hace un mes todavía había casi 39.000 aragoneses en ERTE.

Las cifras también reflejan que el número de desempleados creció en la comunidad en 5.700 personas entre abril y junio por lo que ya hay 75.000 personas sin empleo (+8,24%) en Aragón, lo que sitúa la tasa de paro en el 11,78%, todavía casi cuatro puntos por debajo de la media nacional. Pero en estos 75.000 parados no están todos los que son, ya que una parte relevante de las personas que han perdido su empleo no han pasado a la situación de parados, sino a inactivos por imposibilidad de buscar empleo durante buena parte del pasado trimestre. El confinamiento y el cierre de empresas, además del desánimo hizo caer la población activa en 14.300 personas en Aragón y dejó la tasa de actividad en el 57,37%.

EXPECTATIVAS NEGATIVAS

Las cifras de la EPA, que reflejan una pérdida de más de un millón de puestos de trabajo en el conjunto de España, son un auténtico mazazo que se suma a las malas expectativas tanto para la campaña de verano como en el horizonte de un otoño que nadie imagina y que todos temen. Alemania, Bélgica, Francia e Inglaterra recomiendan a sus ciudadanos no viajar a determinadas zonas de España, entre ellas Aragón, por lo que todo apunta a que la comunidad se encamina a uno de sus peores campañas estivales de la historia. La imagen de la escalada de casos positivos de coronavirus comienza a hacer mella en las empresas y negocios de las tres provincias. Por lo pronto, el sector turístico ya ha sufrido importantes cancelaciones que se han multiplicado en los últimos días.

Por todo ello, la consejera de Economía y Empleo del Gobierno de Aragón, Marta Gastón, subrayó que un segundo confinamiento sería «lo peor que le podría pasar a la economía aragonesa». Los datos de la EPA, señaló, rompen con una «tendencia alcista» de la comunidad que había registrado aumentos consecutivos en los últimos siete trimestres, si bien entre enero y marzo la comunidad ya comenzaba a mostrar una cierta ralentización de la actividad. El virus ha hecho el resto.

Pese a todo, Gastón quiso resaltar que el aumento del paro en el segundo trimestre es «razonable» y que ha sido inferior gracias a la «diversificación» de la economía y el fuerte peso de la industria. La consejera explicó que en Aragón solo se han tramitado 72 nuevos ERTE en el mes de julio, mientras que cerca del 70% de los afectados por estos expedientes ya han vuelto a su trabajo ordinario.

PREOCUPACIÓN

La patronal aragonesa apuntó que las cifras del INE no reflejan completamente el impacto del covid-19 sobre la actividad productiva y el mercado laboral. De hecho, CEOE Aragón sostiene que el número de personas que se han visto afectadas por la pandemia o están en riesgo de hacerlo roza las 130.000 personas, correspondiendo un 22,44% a pérdidas de empleo en sí y un 77,56% a ERTES.

Los datos del mercado laboral son, por tanto, «preocupantes», sin que para el próximo trimestre se pueda prever un comportamiento claro dada la incertidumbre sobre la evolución tanto sanitaria como económica. En este sentido, considera la patronal que la extensión de los ERTE acompasándolos a la evolución de la crisis va a ser «imprescindible».

El presidente de Cepyme Aragón, Aurelio López de Hita, hizo un llamamiento a la responsabilidad ciudadana ante las cifras de paro y la situación critica que atraviesan las pequeñas empresas, ya que para muchas de ellas otro confinamiento por los brotes de covid-19 sería «la estocada definitiva».

Mientras, UGT urgió trabajar ya y animó a que Aragón desarrolle sus propios planes, en la reconstrucción auspiciada por los fondos europeos. Para CCOO, las cifras son una evidencia de que se trata de «una crisis más grave de la prevista» y anima a activar el plan de choque previsto en la Estrategia Aragonesa para la Recuperación Económica y Social.