La lista de reivindicaciones y necesidades es más bien discreta en el distrito zaragozano Actur-Rey Fernando, que también incluye a Parque Goya. La media de edad de ambos barrios en envidiable y los jóvenes que crecieron en el barrio ahora tratan de volver, una vez independizados, pese a los estrambóticos precios tanto en el alquiler como en los pisos a la venta.

Aunque todo es mejorable, desde la Asociación de Vecinos Actur Rey Fernando admiten que los residentes «están satisfechos». «Siempre se pueden pedir cosas, pero si pensamos otras zonas de la ciudad aquí no nos podemos quejar», confiesa su presidente, Paco Lázaro. Pero puestos a pedir, desde la entidad destacan la necesidad de dotar al distrito del centro de especialidades que Sanidad se comprometió a construir en un solar cercano a la puerta principal del centro comercial que actúo de punto de inflexión para la revalorizar el barrio.

«Ya no sé ni los años que lleva el cartel anunciando la obra en el solar», explica. Hablando de Sanidad, Lázaro asegura que en hospital Royo Villanova, que da servicio a la margen izquierda, los barrios rurales y algún municipio cercano, se ha quedado «obsoleto y viejo». Pone de relieve la odisea que supone llegar hasta el centro en autobús y, en concreto, en la línea 50, que da un buen rodeo y con una frecuencia «mejorable». «No es recomendable acudir en coche porque el aparcamiento siempre está lleno de coches, pero el transporte público tampoco ayuda para dejarlo en casa», explica.

En lo que respecta a movilidad, y a sabiendas de que el tranvía cubre las necesidades del distrito, también reclaman que la línea 23 se prolongue hasta el pabellón municipal Siglo XXI, escenario de gran parte de las actividades deportivas de la ciudad. Otro pero en materia de movilidad son las marquesinas de los buses, sin cristales en sus laterales que refugien a los usuarios durante sus esperas del viento y de la lluvia. «Nos dicen que no se pueden poner por temas técnicos, pero seguro que hay una alternativa», añade Lázaro.

Zonas de paseo

Desde la asociación aprueban el estado de los parques, de la ribera y presumen del Parque del Agua, uno de los lugares más visitado y demandado desde el desconfinamiento, pero suspenden a los vecinos que se han acostumbrado a cruzar por mitad de las zonas ajardinadas que abundan por las avenidas y zonas peatonales. «Es una cuestión de civismo», puntualiza Lázaro. Eso sí, asegura que sería recomendable podar aquellos árboles que cubren son sus ramas las farolas, reduciendo al mínimo su iluminación.

En Parque Goya, a escasos tres kilómetros, les gustaría independizarse del Actur. «Formamos parte del mismo distrito pero no nos beneficiamos por ello, todo lo contrario», asegura el presidente de la Asociación de Vecinos Parque Goya, Jesús Trasobares. Explica que el Actur tiene todos los equipamientos municipales y sociales que puede desear un barrio y que a la hora de reclamar el suyo desde el ayuntamiento responden que el distrito está bien dotado. «Pero no es así, nosotros no lo estamos y siempre arañamos las migajas», matiza. De hecho, la principal reivindicación de la entidad es que se construya un centro cívico «que sirva para todas las edades». «Tenemos a los jóvenes por la calle sin alternativas de ocio seguras y programadas», lamenta.

A sus recién cumplidos 20 años, Parque Goya ya no tiene más terrenos para seguir creciendo, así que sus vecinos quieren mejorar sus condiciones de vida y para ello reclaman casi un imposible, como que la avenida Pirineos se convierta en una zona peatonal, urbana. Este tramo de la autovía depende del Ministerio de Fomento y desde la asociación vecinal son conscientes de que no es un tema baladí y que es más bien un sueño imposible de convertirse en realidad. Más fácil de lograr, aunque tampoco es sencillo, es acabar con el paso de vehículos pesados por la avenida Academia General Militar.

También proponen que en un solar que hay junto al parque de los Tapices y que pertenece a la Universidad de Zaragoza se construyan zonas deportivas para los vecinos. «Ahora lo utilizan los que tienen perros para llevarlos a correr», resume Trasobares.

Mientras que en Parque Goya adolece la crisis sanitaria y económica, con el cierre de varias de sus tiendas y bares, más al sur, en el Actur, las calles se han llenado de terrazas y veladores que suelen estar repletos, sobre todo los días de sol. Tanto es así que desde la Asociación de Vecinos Actur-Rey Fernando creen que deberían de ponerse límites para que los peatones no se queden sin espacio.

Por ejemplo, dicen que en Idelfonso Manuel Gil, una calle peatonal, hay tantos veladores que hay zonas por la que es complicado andar respetando las distancias de seguridad. «Tendrían que preguntar en las junta de distrito antes de aprobar las licencias que somos los que conocemos el barrio y sabemos donde puede haber saturación», concluye Lázaro.