El parque urbano de la Sedetania, situado en la zona de Monsalud-Bombarda (distrito de Delicias), lleva varias semanas sin recibir el mantenimiento y riego pertinente. Fuentes del Ayuntamiento de Zaragoza afirmaron que se trata de una «avería puntual». Sin embargo, los vecinos de la zona llevan más de un mes alertando de su mal estado.

Los aspersores del parque llevan un mes sin funcionar, explicó a El PERIÓDICO Pedro J. Valero, un vecino que vive en las proximidades del parque. Está falta de riego junto a las condiciones meteorológicas propias de los meses estivales han ocasionado que el césped sea casi irreparable, este parque «se muere por falta de riego», lamentó Valero.

Por otra parte, los responsables municipales achacaron esta falta de mantenimiento a algo «puntual». Explicaron que el agua del sistema de riego se suministra a través de un pozo cuya motobomba se ha averiado, de ahí que no haya sido posible regar la zona.

Mientras se resuelve el problema el consistorio aseguró que harían riegos puntuales con algún otro sistema. Además, esperan hacer un pequeño pozo provisional en tres o cuatro semanas y seguir estudiando una obra estructural para ponerle solución a largo plazo. Respecto a esta última cuestión, Valero comentó que solo vio un aspersor portátil en un punto «cualquiera del parque» el pasado sábado y que desde entonces no ha vuelto a ver ningún otro.

El parque está desierto, apenas lo transitan algunos ciudadanos y todos ellos coinciden en el mal estado en el que está últimamente. Rosa frecuenta el lugar a menudo y declaró que desde hace un mes «está muy seco». María, una joven de una comunidad vecinal próxima, explicó que antes cuando bajaba a pasear a su perro, sobre las ocho de la mañana, veía los aspersores funcionar y que desde hace un mes no ha visto ninguno en marcha.

Por otro lado, Maribel, una vecina que vive en la zona desde hace 30 años, nunca lo había visto en tal mal estado. Achacó esta falta de cuidado a la ausencia de personal de jardinería, «lo han dejado de regar para no tener que cortarlo». «El césped ya no tiene arreglo y va a costar más dinero replantarlo de nuevo que lo que habría supuesto mantenerlo, añadió.

Hasta que lleguen soluciones eficaces, el estado de esta zona verde, que cuenta con una superficie de 45.000 metros -de los cuales 24.000 son césped-, peligra gravemente.