El 2020 no está siendo un buen año para nadie. Y para los parques y jardines de la ciudad de Zaragoza tampoco. Los de la margen derecha sobre todo. Los trabajadores de FCC encargados de su mantenimiento estuvieron más de 50 días de huelga, desde enero hasta mitad de marzo. Y ahora los parques vuelven a estar desatendidos por la situación provocada por la pandemia del covid-19. Los de la margen izquierda están sufriendo también esta dejadez por primera vez y obligada por las circunstancias. Apenas una semana después de que se cerraran las zonas verdes al público, su aspecto ya ha cambiado.

Desde ese momento las diferentes plantillas encargadas de mantener estos espacios no están trabajando. Una medida además que demandaron los propios trabajadores de FCC para eliminar los riesgos de contagio al no considerar su labor de primera necesidad. Pero la primavera ha llegado, y también las lluvias, lo que ha provocado que el césped haya crecido considerablemente la última semana. Todo ese trabajo acumulado se hará cuando la ciudad vuelva a la normalidad, ya que por el momento solo se va a actuar en situaciones de urgencia, como caídas de árboles o roturas en los sistemas de riego, que, por otro lado, están automatizados.

Precisamente en el Parque Grande José Antonio Labordeta el retén dedicado a estas tareas retiró ayer un pino que se había caído en la calle Villa de la Calcena, detrás de la estatua dedicada a Paco Martínez Soria. En el Tío Jorge otro árbol de considerables dimensiones yacía en el suelo, pero este todavía no se había retirado. Por lo demás, no se han registrado más incidencias, según el consistorio zaragozano. Las tareas que se lleven a cabo de ahora en adelante serán también las necesarias para mantener la seguridad en los parques, dado que el día en el que se abran no podrán acometerse todas las tareas a la vez y dado también que sigue habiendo gente que se salta las restricciones.

Por otra parte, los servicios que sí que siguen funcionando son los de la limpieza de las calles y los de recogida de residuos, aunque su trabajo ha disminuido en las últimas semanas, desde que se decretó el estado de alarma. Los equipos de limpieza viaria se dedican ahora principalmente a la desinfección de las calles y de los puntos clave, como los exteriores de los hospitales, residencias y mercados. Y las brigadas que cubrían los pinares de Venecia, por ejemplo, ahora trabajan en los barrios de la ciudad.

Asimismo, a lo largo de la última semana, la cantidad de material recogido en el Centro de Tratamiento de Residuos Urbanos de Zaragoza se ha reducido en un 22% si se comparan los datos con la misma semana del año pasado. Esto significa que, en conjunto, se han tratado 5.307.200 kilogramos de basura frente a los 6.770.380 que se trataron el año pasado. Por apartados, el que más desciende es el de la recogida de objetos voluminosos (-93%). Le siguen los puntos limpios (con caídas de entorno al 70%); la basura procedente de la limpieza viaria (-30%); los residuos que generan los mercados (-11%); y la basura doméstica (-10%). Estas cifras no contemplan los datos de recogida de cartón y vidrio, que no se disponen todavía.