Los rumores sobre los problemas con el alcohol de Luis Fernando Nieto, el párroco de Báguena encarcelado tras ser detenido conduciendo ebrio y sin carnet, llegaron hace unos tres meses al palacio episcopal de Teruel. Según fuentes consultadas por este diario, rápidamente mantuvieron una audiencia con el sacerdote quien negó adicción alguna y en la que ocultó sus antecedentes por la comisión de varios delitos contra la seguridad vial derivados de dichos consumos al volante.

Durante el encuentro con destacados miembros de la diócesis de Teruel y Albarracín, Nieto llegó a señalar que «todo era una campaña en su contra», según estas mismas fuentes que resaltan que el obispo Antonio Gómez Cantero fue conocedor de la reincidencia de un miembro de su iglesia en el momento en el que fue arrestado por la Guardia Civil.

Nieto se encuentra en el centro penitenciario de Teruel cumpliendo una condena de seis meses y 20 días de prisión que le impuso la titular del Juzgado de Instrucción y Primera Instancia de Calamocha. Consideró en su sentencia que había reiteración delictiva, puesto que cometió cinco delitos contra la seguridad vial en ocho meses.

De las tres condenas que pesan sobre el sacerdote, la última de ellas fue dictada por la jueza de Calamocha en relación con los hechos ocurridos el pasado mes de enero en el término municipal de Calamocha y a raíz del accidente sufrido por el sacerdote, quien al parecer conducía bajo los efectos de bebidas alcohólicas. Anteriormente, el párroco había sido condenado en abril de 2018 por la jueza de Daroca por conducir bajo la influencia de bebidas alcohólicas, momento en el que la instructora decretó la retirada del carnet de conducir.

En junio del 2018, fue dado el alto en Zaragoza en un control de alcoholemia y en esta ocasión es puesto a disposición del juzgado de Instrucción número 10 de Zaragoza, magistrada que le condena por los delitos de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas y conducción sin carnet. La jueza decretó que ingresara volutariamente en la cárcel, pero al pasar el plazo de cinco días y no hacerlo, ordenó su detención y traslado al centro penitenciario donde ha ingresado para el cumplimiento de la pena impuesta.