La aprobación definitiva de los presupuestos del Ayuntamiento de Zaragoza del 2017 está más cerca después de que ayer se aceptaran las enmiendas presentadas, salvo aquellas del partido GZ -Ganemos Zaragoza-. Esta formación, afín a ZeC, pretendía eliminar los artículos relacionados con el control de las cuentas y la gestión del dinero de las arcas públicas. En total, las cuentas de este ejercicio han recibido nueve alegaciones.

Se trata de un partido instrumental de ZeC, cuyo domicilio se encuentra en su sede y uno de sus vocales es el jefe del gabinete de Alcaldía, Iván Andrés.

Las cuatro enmiendas que presentó corresponden a los acuerdos alcanzados entre PP, PSOE y C’s y que fueron todas desestimadas.

Esta formación pretendía eliminar la obligatoriedad de que el área de Hacienda «informe trimestralmente sobre el grado de cumplimiento de los derechos reconocidos y su recaudación efectiva, así como una propuesta de las medidas a tomar en el caso de que existan desviaciones sobre las previsiones iniciales de ingresos».

También pretendía que los concejales no tuvieran «acceso personal a las aplicaciones corporativas de seguimiento de expedientes y del sistema contable».Por otro lado, la tercera enmienda que recurrió correspondía al acuerdo alcanzado sobre la necesidad de «emitir un informe favorable de la comisión plenaria de Economía y Cultural» siempre que se pretenda comprometer gasto alguno en campañas publicitarias o informaciones en medios de comunicación. Por último, querían eliminar el compromiso de que en «cualquier compra de un vehículo nuevo o renovación de la flota municipal se acredite que tiene cero emisiones o que sea ecológico».

INFORMES

El resto de alegaciones-todas estimadas- estaban relacionadas con la reducción de la partida destinada a los Puntos de Información en los distritos, que se ha reducido a 60.000 euros y con la insuficiencia de la partida cuya consignación pretende satisfacer los intereses de demora por expropiación.

El partido más duro con el concejal de Economía, Fernando Rivarés, por las reclamaciones presentadas por GZ fue C’s, que acusaron a ZeC de presentar «un partido pantalla» para presentar alegaciones a los presupuestos. «Podríamos decir que son las enmiendas del Gobierno para conseguir lo que no han sido capaces a través de la negociación», declaró su portavoz, Sara Fernández, que criticó que traten de echar atrás todas aquellas relacionadas con las bases de ejecución.

Para el PSOE, esta situación «era bastante torticera». Su portavoz, Javier Trívez, lamentó que el Gobierno esté «intentando ocultar la transparencia» a través de CZ. «Le hemos pillado, señor Rivarés».

Desde el PP, María Navarro, acusó al concejal de tratar de «evitar» el pago de las facturas eliminando la necesidad de que la comisión vote a favor. «No nos enteraríamos de las muchas facturas que paga así».

Por su parte, el concejal de CHA, Carmelo Asensio, señaló «debe existir la máxima transparencia, pero también hay que permitir al Gobierno trabajar».

El responsable de las cuentas públicas no escondió su sorpresa: «No se si flipan o flipan dos veces», declaró después de escuchar a la oposición.

«Algunos están pervirtiendo las normas de funcionamiento de este ayuntamiento para boicotear la gestión y que sea más», declaró.

Tras el debate sobre las alegaciones y su estimación -como encomendaba el secretario general- el lunes se aprobará en un pleno extraordinario y de forma definitiva el presupuesto del 2017.